ROMA, martes, 25 abril 2006 (ZENIT.org).- Acogiendo la invitación de la presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Benedicto XVI intervendrá el próximo 19 de octubre, en Verona, en el IV Congreso Eclesial Nacional de la Iglesia en el país.
Así lo ha confirmado una nota de prensa difundida por la CEI, en la que detalla el programa que ha facilitado la Prefectura de la Casa Pontificia para ese día.
«Testigos de Jesús Resucitado, esperanza del mundo» será el lema de esta cita que cada diez años celebra la Iglesia en Italia.
Programada del 16 al 20 de octubre, participarán unas 2.500 personas entre delegados de las diócesis, representantes de institutos de vida consagrada, miembros de agregaciones laicales e invitados de la presidencia de la CEI.
El 19 de octubre llegará el Santo Padre en avión a Verona por la mañana.
Tendrá un encuentro con los participantes del Congreso en la sede de los trabajos, la Feria de Verona y, tras el saludo del cardenal Camillo Ruini –presidente del episcopado italiano— y la presentación de los trabajos del evento, dirigirá su palabra a la asamblea.
Por la tarde Benedicto XVI se trasladará al Estadio municipal de Verona, donde presidirá la Santa Misa, celebración a la que están invitados los fieles de Verona y de las demás diócesis de Triveneto. Finalizada la Eucaristía, el Papa regresará a Roma.
Los Congresos precedentes tuvieron lugar en Roma (1976), Loreto (1985) y Palermo (1995).
La cita eclesial se orienta a analizar la puesta en práctica de las Orientaciones Pastorales difundidas por los prelados a partir del Congreso Eclesial de Palermo, adaptándolas también a los eventuales cambios experimentados entretanto.
El Comité preparatorio, que preside el cardenal Dionigi Tettamanzi –arzobispo de Milán–, ha publicado un borrador («Traccia di riflessione») para la reflexión que, desde el pasado septiembre, tiene lugar en todas las diócesis italianas; ésta concluirá en mayo.
Sus resultados se recogerán entre junio y septiembre y serán presentados en el Congreso de Verona.
El lema elegido –«Testigos de Jesús Resucitado, esperanza del mundo»– busca recalcar el papel que deben tener los cristianos en el contexto histórico en el que viven y trabajan.
Con el anuncio de su participación en el Congreso Eclesial Nacional de Verona, Benedicto XVI confirma la tradición que inició Juan Pablo II, quien acudió a Loreto y a Palermo a estos grandes encuentros.
