CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 22 junio 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI confirmó este miércoles la convocatoria del Sínodo de obispos para África, anunciada por Juan Pablo II, y deseó que este acontecimiento dé un impulso a la evangelización del continente y a la promoción de la paz.
El pontífice hizo el anuncio al final de la audiencia general, celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano, con la presencia de los miembros del Consejo especial para África del Sínodo de los Obispos, que se han reunido estos días en el Vaticano.
«Confirmando lo que había decidido mi venerado predecesor, el 13 de noviembre del año pasado, deseo anunciar mi intención de convocar la segunda asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos», afirmó el Santo Padre.
«Tengo una gran confianza en que esta reunión dé un ulterior impulso en el continente africano a la evangelización, a la consolidación y al crecimiento de la Iglesia, y a la promoción de la reconciliación y de la paz», añadió.
Juan Pablo II anunció la celebración del sínodo africano al concluir en Roma el primer Simposio de obispos de África y Europa, celebrado del 10 al 13 de noviembre, organizado por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), con el patrocinio de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos y la colaboración de organismos de solidaridad.
«Acogiendo las propuestas del Consejo postsinodal, intérprete de los deseos de los pastores africanos, aprovecho la oportunidad para anunciar mi intención de convocar una segunda asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos», anunció el Papa Karol Wojtyla sin especificar las fechas.
El primer encuentro de obispos africanos se celebró en el Vaticano del 10 de abril al 8 de mayo de 1994, en el marco de sínodos continentales convocados por el pontífice que tenían por objetivo preparar a la Iglesia para el gran Jubileo del año 2000.
Las conclusiones de aquel sínodo fueron recogidas por el Papa en la exhortación apostólica Ecclesia in Africa (14 de septiembre de 1995).