SANTIAGO DE CHILE, 6 junio 2002 (ZENIT.org).- Cáritas Chile y el cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago, se han movilizado para atender a las víctimas de las torrenciales lluvias de estos últimos días, informa la archidiócesis de Santiago.
En efecto, la situación de emergencia creada por el temporal hace urgente la ayuda a los damnificados –decenas de miles–.
La cantidad de agua caída ha provocado inundaciones, falla el suministro eléctrico, y se necesitan los medios más elementales para poder auxiliar a las víctimas.
La Conferencia Episcopal de Chile, junto con Cáritas, ha abierto una cuenta corriente (nº 000-00117-01) en el Banco de Chile para recibir las aportaciones solidarias del pueblo chileno. Los fondos que se obtengan se destinarán a la adquisición de alimentos no perecederos, medicinas y material de construcción.
Preocupado por la situación de cientos de familias de la Región Metropolitana, afectadas por las fuertes lluvias, el arzobispo de Santiago ha querido acompañarlas y ha visitado los campamentos de Lo Espejo y Peñalolén, donde además ha llevado alimentos y ropa de abrigo.
De la misma forma, el cardenal Errázuriz ha hecho un llamamiento a todos los chilenos apelando a su solidaridad: «Creo que hay que reaccionar con mucha fuerza, pues son muchos los lugares de Santiago que están sufriendo las consecuencias del mal tiempo; por eso, todo lo que puedan llevar a las parroquias, capillas o a Cáritas Santiago o de otras provincias afectadas es muy importante», subrayó.
El patrimonio histórico-religioso del país también ha sufrido las consecuencias del temporal. En la iglesia y el convento de San Francisco, uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Santiago, se han confirmado graves daños estructurales.
