ROMA, 3 oct (ZENIT.org).- La cantante Mina, una de las máximas exponentes de la canción ligera italiana, ha decidido entrar en un territorio inexplorado para ella: la música religiosa. Y lo ha hecho con un disco en el que ha grabado doce composiciones que abrazan mil años de cristianismo.
Para afrontar este ambicioso desafío, ha contado con la ayuda del teólogo Luigi Nava, que ha cuidado la fidelidad teológica y litúrgica de los textos, y del director de la Escuela Gregoriana de la catedral de Cremona, Massimo Latanzi, primo de la cantante, que se ha ocupado de las indagaciones musicales.
Seguramente el trabajo de Mina hará discutir a los musicólogos ya que se trata de una reelaboración original que busca las emociones y un cierto «efecto benéfico», que a veces recuerda el estilo «new age». Es un ejemplo de divulgación de un material musical precioso que incluye el gregoriano «Veni Creator Spiritus», el «Pianto de la Madonna» de Claudio Monteverdi, o «Quando Corpus Morietur», tomado del «Stabat Mater» de Giovanni Battista Pergolesi.
Harán discutir seguramente ciertas interpretaciones vocales demasiado pop o algunos arreglos con sabor a jazz aplicados a composiciones como «Qui presso a te» (que hay quien atribuye nada menos que a Mozart) e incluso el «Ave Maria» de Charles Gounod. Sin embargo impresionan por su fuerza piezas como «Magnificat» o «Nada te Turbe» (escritos por uno de los mayores compositores de música religiosa del mundo, monseñor Marco Frisina, quien se ha basado en textos del Evangelio de Lucas y de santa Teresa de Avila) .
Sobre la elección del gregoriano, Massimo Latanzi explica: «Ha sido Mina quien ha querido poner en el centro del disco el gregoriano. Por esto no es un disco de supermercado, sino un disco anómalo, diría contra corriente. No nace de una idea comercial de aprovechamiento del Jubileo. Se sitúa en el Año Santo, pero por otros motivos. Las piezas están todas concatenadas, se escuchan como un recorrido ideal. Y cuando se llega al corazón de este recorrido, no queda sino abandonar todo acompañamiento musical: estamos en el «Veni Creator Spiritus», en la esencia de la Palabra. En el gregoriano no es tan importante el motivo melódico y musical, el gregoriano es la Palabra que se expresa en la liturgia».
Latanzi explica lo que ha supuesto esta experiencia para Mina: «En este disco Mina ha aproximado las palabras a los sonidos. Basta, por ejemplo, escuchar «Voi ch´amate lo Criatore»: se ve clarísimo en su interpretación que esta vez para Mina no se ha tratado de cantar una melodía musical, sino que ha sido la proclamación de la Palabra, una amplificación sonora. Y esto tiene un significado verdaderamente profundo».
A finales de este mes, la artista lanzará su sito Internet (http://www.minamazzini.com/) en el que será posible encontrar todo lo que se refiere a ella y dialogar con la cantante.