DUBLÍN, domingo 20 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Como un tiempo de “noche oscura” pero también un momento en el que Dios “no nos abandona”, así lo calificó el cardenal Murphy O’ Connor, arzobispo emérito de Westminster y actual visitador apostólico para la archidiócesis de Armagh (Irlanda).
El purpurado se refirió a este tema el pasado martes en el seminario de Maynooth, en una intervención con ocasión de la clausura del Año Sacerdotal.
Refiriéndose a la carta del Papa Benedicto XVI a las diócesis de Irlanda debido a los escándalos de abusos sexuales en el que se han visto envueltos varios miembros del clero en ese país, el cardenal O’ Connor dijo que este también es “un tiempo de arrepentimiento, de purificación y de fe”.
“Sentimos no sólo la crudeza de nuestro pecado sino también nuestra pobreza”, aseguró. No obstante, dijo que el hecho de encontrarse con esta realidad, “nos lleva a la fuente de nuestra vida, nuestra identidad y de nuestro llamado”.
“He comenzado a entender de una nueva manera, hablando con las víctimas el dolor y el grave daño que han sufrido”, dijo el cardenal O’ Connor, quien se declaró “no exento de culpa”.
También exhortó a un sencillo ejercicio de arrepentimiento a la Iglesia en Irlanda e invitó a una “valoración honesta de dónde las estructuras y los procedimientos de la Iglesia han fallado, no sólo jurídica sino también humanamente”.
El purpurado hizo referencia a la carta de Benedicto XVI a la Iglesia en Irlanda, en la que hizo un llamado a un “arrepentimiento sincero”, el cual “abre la puerta al perdón de Dios y a la gracia de la verdadera enmienda”.
Para recuperar la fe y reestablecer el lazo con el pueblo irlandés el cardenal O’ Connor, dijo que la “fe y la valentía”, deben ser los valores que guíen a la Iglesia en este país. “Cuando la fe en la institución se debilita podemos sólo volver a la persona e iniciar a reconstruir desde allí”, concluyó.