El Dios de lo imposible puede mover las montañas del odio entre los dos pueblos

Auxiliar de Jerusalén en la V Jornada internacional de Intercesión por la Paz en Tierra Santa

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El próximo 27 de enero se realizará la Quinta jornada internacional de intercesión por la paz en Tierra Santa, una iniciativa de oración nacida de la voluntad de algunas asociaciones católicas juveniles. En esta edición se prevé la participación de más de tres mil ciudades de todo el mundo, durante 24 horas.

La jornada será la ocasión para mostrar nuestra solidaridad hacia los hermanos y hermanas que viven en Tierra Santa.

Hacemos nuestras las palabras del papa Benedicto XVI: “¡Jerusalén vuélvete lo que Tu nombre significa! ¡Ciudad de la paz y no de la división; profecía del Reino de Dios y no mensaje de inestabilidad y de contraposición!” y las tomamos como una invitación a seguir con fuerza la oración por la Tierra Santa.

Con este motivo, el obispo auxiliar de Jerusalén William Somali ha dirigido un mensaje a los participantes en la Jornada y amigos de Tierra Santa, en el que comenta el tema de la paz en relación al Año de la Fe que toda la Iglesia celebra.

Recuerda que el 28 de octubre pasado en Tierra Santa iniciaron el Año de la Fe, en el santuario de Nuestra Señora de Palestina.

«Estaban presentes todos los ordinarios católicos de Tierra Santa con setenta sacerdotes y dos mil fieles. Fue una fiesta alegre e inolvidable. Al escribir esta carta, no puedo dejar aprovechar la ocasión para animaros avivir vuestra fe en todas sus dimensiones», afirma el obispo….

«La fe es luz. Nos hace ver más profundo, más lejos y más alto que nuestros ojos humanos. Como la estrella de los Magos, la fe nos guía hasta Cristo salvador. La fe es un tesoro escondido en un campo. El campo somos nosotros mismos. En el momento del bautismo, el Señor sembró en nosotros una pequeña semilla que debemos hacer crecer. La semilla de la fe. Es tan pequeña que Jesús la ha comparado con un granito de mostaza, la más pequeña de las semillas. Dicho esto, no olvidemos su promesa: ‘Si tuviérais fe como un granito de mostaza, podríais decir a esta morera: desarráigate y transplántate en el mar, y ella os escucharía’. En efecto, sería una gran pérdida descuidar este tesoro y no hacerlo fructificar. La oración es el espacio en el que crece nuestra fe».

«Volvamos ahora –añade el mensaje- a nuestra situación en Tierra Santa y al discurso sobre la paz. Humanamente hablando, no hay esperanza de una solución inminente al conflicto israelo-palestino. Pero, con los ojos de la fe, creemos que el Señor es el Dios de lo imposible, el Dios que puede mover las montañas del odio y el peso de las represalias entre los dos pueblos en conflicto. El Señor se comprometió a hacerlo cuando pidió, en el salmo 121, orar por la paz de Jerusalén. El hecho de que el Señor nos pida orar y llamar a su puerta significa que tiene la llave para abrirnos».

«Si tarda en responder, no significa que no haya respuesta. Una tardanza más larga puede significar que nos prepara una hermosa sorpresa, más grande que nuestras expectativas. Busquemos un ejemplo en la historia. ¿Quién se esperaba la caída del muro de Berlín? A menudo rezamos por esta intención. Mientras pensábamos que no habría nunca respuesta, sobrevino una que sobrepasaba todas nuestras expectativas. Esto se aplica a todas las situaciones imposibles, precedidas y acompañadas por una oración confiada», añade el mensaje del obispo Somali.

Y concluye: «Durantel Año de la Fe, deseamos reforzar nuestra oración. Cuando nuestra súplica se haga más fuerte, el Señor nos ayudará a transplantar las montañas del odio, del fanatismo y de la intolerancia, y a aportar en cambio paz y reconciliación».

La jornada es promovida, desde hace tres años, por diversas realidades juveniles como: la Asociación Nacional Papaboys (www.papaboys.it); el apostolado “Jóvenes por la Vida” (www.youthfl.org); las capillas de adoración perpetua en Italia y en el mundo; los grupos de reunión eucarística, (www.adorazione.org), y la Asociación para la promoción de la oración extraordinaria de todas las iglesias por la reconciliación, la unidad y la paz, e inicia en Jerusalén.

Para adherir a la iniciativa, es necesario hacer en la celebración eucarística del domingo 27 de enero, una oración especial por la Tierra Santa, o un momento de adoración eucarística en otro momento de la jornada, o la oración del rosario (como invitó el año pasado el cardenal Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales). El horario de la celebración, el nombre de la iglesia o del grupo de oración y la ciudad deben ser comunicados al e-mail: ufficiostampa@papaboys.it.Más informaciones se pueden pedir al mismo correo electrónico.

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Francesco De Ruvo

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