El papa es Jorge Mario Bergoglio y toma el nombre de Francisco

Gran emoción, gritos y vivas. Una multitud en Plaza de San Pedro y vía de la Conciliazione

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A las 19,07 la verdadera marea humana que llenó, no solamente la plaza de San Pedro sino también vía de la Conciliazione, rompió en aplausos.

Tras unos segundos en los que no se entendía bien si la fumata eran blanca o negra, las campanas de la basílica lanzadas al viento dieron la señal inequívoca: la Iglesia Católica Apostólica Romana tiene a su 266 sucesor en el solio pontificio.

Gran emoción, lagrimas, gritos. Para no hablar de los millones y millones de personas que por televisión siguieron el evento en todos los rincones del mundo.

Un piquete de la Guardia Suiza y otro de la Gendarmería del Vaticano, junto con un cuerpo de la Marina de Italia, formaron en la explanada delante de la fachada, mientras la banda entonaba el himno pontificio.

Hacia las 20,00 la plaza se volvió silenciosa esperando el gran anuncio del nombre del nuevo pontífice que sin embargo tardó más de una hora desde la fumata blanca.

El cardenal francés Jean-Louis Tauran, cardenal protodiácono, antecedió al nuevo papa, salió al balcón de la logia en la fachada de la basílica de San Pedro y ante el pueblo reunido en la Plaza de San Pedro dijo en latín:

«Annuntio vobis gaudium magnum. ¡Habemus Papam! Eminentissimum ac reverendissimum dominum, y en latín indicó el nombre de Jorge Mario Bergoglio.

La multitud que llenó la plaza de San Pedro y via della Conciliazione, rompió en vivas y aplausos, mientras se agitaban banderas y las campanas repicaban.

Los minutos desde la elección hasta la salida del pontífice al balcón de la logia, se deben porque hay una serie de pasos que debe cumplir el nuevo pontífice, desde aceptar el encargo y a elegir el nombre que llevará.

El maestro de ceremonias Guido Marini, actuando como notario y teniendo como testigos a los dos ceremonieros –que han sido llamados en ese momento–, han levantado el acta de la aceptación del nuevo pontífice y escrito el nombre que ha tomado.

El papa después de pasar por el llamado «cuarto de las lágrimas», se vistió por primera vez con el habito papal, confeccionadas por la sastrería eclesiástica Gammarelli.

Volvió después a la Capilla Sixtina, en donde tras lectura del Evangelio con el pasaje: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», los cardenales le prestaron obediencia y cantaron el Te Deum.

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ZENIT Staff

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