El patriarca de Moscú quiere trabajar junto al nuevo arzobispo católico

«Los fieles que viven en la región de Moscú están confiados tanto a mi cuidado pastoral como al suyo»

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MOSCÚ, martes, 8 enero 2008 (ZENIT.org).- La fiesta de la Navidad oriental en Moscú ha permitido dar un nuevo paso de acercamiento entre el patriarca de todas las Rusias, Alejo II, y la Iglesia católica.

Al final de la solemne celebración, en la catedral de Cristo Salvador, en Moscú, en la vigilia de la Navidad ortodoxa, celebrada el 7 de enero, el patriarca conversó con el representante de la Santa Sede en Rusia, el arzobispo Antonio Mennini, y con el nuevo arzobispo de la arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, monseñor Paolo Pezzi.

Según ha revelado monseñor Mennini a los micrófonos de «Radio Vaticano», Su Beatitud Alejo II dirigió su felicitación a Benedicto XVI, expresando además su cercanía y fraternidad.

«El patriarca nos hizo señal al nuevo arzobispo de la diócesis de la Madre de Dios en Moscú y a mí para que nos acercáramos. Juntos besamos la cruz con la que había bendecido a los fieles», revela el representante papal en Rusia.

Después, explica monseñor Mennini, «tras haberle presentado al nuevo arzobispo, el patriarca le dijo que estaba dispuesto a reunirse con él pronto, no sólo para conocerle mejor, sino para poder estudiar juntos proyectos pastorales comunes en provecho de los fieles de la región de Moscú».

«Dijo que «los fieles que viven en la región de Moscú están confiados tanto a mi cuidado pastoral como al suyo» y por esto tenemos que trabajar, colaborar juntos», revela Mennini, quien tiene la dignidad de nuncio apostólico.

«Después me pidió una vez más que transmitiera al Santo Padre fervientes deseos de todo bien para el nuevo año recién comenzado. Añadió que sus sentimientos y los de la Iglesia ortodoxa rusa están inspirados en motivos de gran respeto y de gran fraternidad».

El representante papal en Rusia considera que este gesto «confirma una tendencia a la colaboración que no sólo puede verse a nivel teórico, sino también práctico».

«Esto lo demuestra, por ejemplo, la reunión de la Comisión mixta católico-ortodoxa que tuvo lugar el 28 de diciembre, establecida hace algún año para afrontar algunos problemas prácticos entre las dos Iglesias», revela.

«Me parece que ahora ya no hay problemas que las dos partes no pueden afrontar abierta y libremente, sin caer en el riesgo de romper las relaciones, sobre todo sin caer en el riesgo de que se rompa el clima de confianza, de diálogo, fundado en el respeto recíproco», añade.

Mennini considera también sumamente oportuno el hecho de que el patriarca de Moscú haya lanzado en la liturgia un fuerte llamamiento en apoyo a la familia.

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ZENIT Staff

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