Juan Pablo II: La Iglesia tiene derecho a pronunciarse sobre las leyes

Intervención ante el nuevo embajador de Portugal ante el Vaticano

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CIUDAD DEL VATICANO, 13 nov (Zenit).- Juan Pablo II afrontó esta mañana el papel público que debe desempeñar la Iglesia en las democracias modernas al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Portugal ante la Santa Sede, Pedro José Ribeiro de Menezes.

«La Iglesia no tiene un poder directo sobre las leyes y las instituciones del Estado, escogidas democráticamente por los ciudadanos en plena libertad –aclaró–; pero reivindica, en el cumplimiento de la misión recibida por su divino Fundador, el derecho a pronunciarse sobre ellas, distinguiendo lo que está permitido por las leyes civiles de lo que es el derecho moral, coherente con una conciencia bien formada».

Como ejemplo concreto de esta labor de la Iglesia, el pontífice citó el papel desempeñado por los obispos y católicos del país quienes hicieron oír su voz contra la aprobación de la «ley inicua del aborto y la equiparación legal de la familia como unión matrimonial con modelos nuevos de uniones totalmente diversos e irreducibles a ella».

«Es preciso –dijo– denunciar, por violación del proyecto originario recibido, a cuantos dejan de educar en una auténtica libertad, en la verdad, en el respeto del amor, en los valores familiares».

Al mismo tiempo añadió que la Iglesia «desea con todas sus fuerzas trabajar por esta causa dentro de su competencia en el respeto de la libertad de las conciencias».

Por último, el Santo Padre aplaudió el apoyo ofrecido por Portugal a los países lusófonos, en particular, la «gran solidaridad de Portugal con el drama sangriento que se abatió sobre Timor Oriental», al igual que su contribución en los momentos decisivos del regreso de Macao a China.

«Con idénticos sentimientos –terminó– vive su nación ahora el drama de Angola», ensangrentado por la guerra civil.

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ZENIT Staff

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