Los católicos de Siberia Oriental piden el regreso de su obispo

Declaraciones Andrey Bayanov, Director de proyectos de Cáritas-Siberia

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

MADRID, 25 octubre 2002 (ZENIT.org).- Los católicos en Siberia oriental necesitan la asistencia espiritual de su obispo, monseñor Jerzy Mazur, expulsado por las autoridades, afirma Andrey Bayanov, director de Proyectos sanitarios de Cáritas-Siberia.

En declaraciones publicadas por la última edición del semanario Alfa y Omega, Bayanov reconoce que en la región se vive un auténtico clima de miedo ante la inexplicable campaña contra los católicos por parte de las autoridades y de algunos miembros de la Iglesia ortodoxa

«La situación política ha cambiado desde que, en febrero, el patriarca de la Iglesia rusa (Alejo II) declarara la actividad espiritual y caritativa de la Iglesia católica, y de Cáritas en particular, como proselitismo en territorio ruso. Desde aquel momento, empezó la fuerte campaña anticatólica en Rusia», afirma Bayanov.

Cinco sacerdotes y monseñor Mazur han sido expulsados desde entonces.

«Últimamente, estamos muy preocupados, debido a que la mayoría de sacerdotes católicos en Rusia y directores de Cáritas son extranjeros. Tenemos miedo por nuestra actividad evangelizadora y caritativa. Cada día tememos que algún sacerdote pueda ser expulsado de Rusia», reconoce.

«Por desgracia, hay pocos sacerdotes rusos en mi país, y por eso, si no tenemos la compañía y presencia de nuestros católicos extranjeros, nos quedamos sin asistencia moral y espiritual. No se le puede dejar a la gente sin algo así que piden», aclara..

«Parece muy extraño, pero al nivel más cotidiano, las relaciones son muy estrechas entre católicos, ortodoxos y musulmanes –aclara–. No tenemos ningún problema para la amistad y la cordialidad. Es al nivel de la política donde hay serias contradicciones. Hay también fuertes contradicciones internas dentro de la Iglesia ortodoxa».

«En Novosibirsk –explica–, hay parroquias ortodoxas que ofrecen una relación de amistad muy amable hacia los católicos, y hay otras parroquias ortodoxas rusas que luchan contra los católicos por motivos de proselitismo, debido a la declaración del Patriarca ortodoxo de que toda la actividad evangelizadora y caritativa católica es proselitismo».

Cáritas en Rusia trabaja sobre todo en el campo médico-social. «Ahora nos centramos en cuatro proyectos –explica Andrey Bayanov–. El primero es crear un centro educativo para trabajadores sociales, tanto gubernamentales como procedentes de ONG. Los trabajadores sociales rusos no tienen la experiencia internacional nuestra para crear un buen sistema de servicios sociales».

«Otro es crear un centro para niños con autismo –sigue informando–. Por desgracia, en Rusia no existe ninguna ayuda o asistencia para los niños autistas. Al ser programas muy complejos desde el punto de vista del tratamiento, de la educación y de los servicios sociales, es necesario un centro muy especial, en un ambiente especial para los más de 500 niños con autismo que hay en la región de Novosibirsk. Estos niños no pueden frecuentar ningún tipo de escuela».

«El tercer proyecto afronta la situación epidemiológica en Rusia –explica–. En nuestra región es muy alto el índice de mortalidad y de enfermedades causadas por el alcoholismo, drogas, enfermedades oncológicas, como el sida o la tuberculosis, o trastornos mentales. Es dos veces mayor que en toda Rusia, y casi cinco veces mayor que en Europa. En Siberia, el 80% de presos se infectan de tuberculosis, el 20% de sida, y un 40% son toxicómanos».

«El último proyecto es la creación de un centro multidisciplinario para adolescentes», concluye.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación