Los obispos españoles proclaman el Año de la Inmaculada

Comenzará el 8 de diciembre

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MADRID, viernes, 26 noviembre 2004 (ZENIT.orgVeritas).- Con motivo del 150 aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, los obispos españoles han convocado un «Año de la Inmaculada» que comenzará el próximo 8 de diciembre y concluirá el 8 de diciembre de 2005, según informó hoy la Conferencia Episcopal.

Para celebrar esta efeméride, los obispos han publicado un documento, al término de la Asamblea Plenaria que se clausura hoy con una peregrinación a Santiago, en el que recuerdan el sentido del dogma de la Inmaculada, que «para España tiene un significado especial».

Además, se ha organizado una exposición con el título «Inmaculada» que tendrá lugar en la catedral de la Almudena de Madrid entre el 1 de mayo y el 12 de octubre de 2005, con numerosas obras de arte relacionadas con este dogma. Habrá también una peregrinación a la Basílica del Pilar los días 21 y 22 de mayo, donde se celebrará una Consagración solemne al Corazón Inmaculado de María.

«El amor sincero a la Virgen María en España se ha traducido desde antiguo en una defensa intrépida y del todo singular de la Concepción Inmaculada de María; defensa que, sin duda, preparó la definición dogmática. Si España es “tierra de María”, lo es en gran medida por su devoción a la Inmaculada», afirman los obispos.

Recuerdan también que «desde época inmemorial Órdenes religiosas y militares, Cofradías y Hermandades, Institutos de Vida Consagrada y de Apostolado Seglar, Asociaciones civiles, Instituciones académicas y Seminarios para formación sacerdotal» se han acogido a la protección de la Inmaculada, y que las universidades españolas y numerosos pueblos «hicieron y renovaron repetidas veces el voto de defender la Concepción Inmaculada de María».

Según los obispos, confesar que «María, Nuestra Madre, es “la Toda Santa” –como la proclama la tradición oriental– implica acoger con todas sus consecuencias el compromiso que ha de dirigir toda la vida cristiana», es decir, «la llamada a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor«.

Esta Inmaculada Concepción significa también que «María, al haber sido preservada inmune de toda mancha de pecado original, permanece ante Dios, y también ante la humanidad entera, como el signo inmutable e inviolable de la elección por parte de Dios. Esta elección es más fuerte que toda la fuerza del mal y del pecado que ha marcado la historia del hombre. Una historia en la que María es señal de esperanza segura», añaden.

María es, según los prelados, guía para todos los cristianos en su vocación concreta: «en ella encuentra el joven el modelo de una pureza que abre al amor verdadero. En ella encuentran los esposos refugio y modelo para hacer de su unión una comunidad de vida y amor. En ella encuentran las vírgenes y los consagrados la señal cierta del ciento por uno prometido ya en esta vida a todo el que se entrega con corazón indiviso al Señor».

El documento puede leerse en: www.conferenciaepiscopal.es/novedad/default.htm

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ZENIT Staff

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