Migración: Fe, pobreza y derechos de la persona

Testimonio del capellán de los migrantes en Milán, padre Giancarlo Quadri

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por Abraham Cutipa Galindo

MILÁN, domingo 2 diciembre 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI ya hizo público su mensaje para la “Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado” del año 2013. En esta ocasión enfoca el tema “Migraciones: peregrinación de fe y esperanza” en el cual invita a reflexionar sobre la vida cristiana, la pobreza, la esperanza, la integración de los migrantes y los derechos humanos.

Para profundizar en el mensaje del santo padre, entrevistamos al sacerdote Giancarlo Quadri, responsable de la Oficina para la Pastoral de los Migrantes, de la Archidiócesis de Milán.

El santo padre en su mensaje nos habla de la vida cristiana de los migrantes, ¿puede explicar este tema?

– Padre Quadri: A partir del mensaje, el santo padre nos dice: “Migraciones: peregrinación de fe y esperanza”, y nos lanza un mensaje en concomitancia con las celebraciones del cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, para obedecer y dar una nueva línea a los tiempos actuales de la Iglesia. Justamente aquí se encuentra el discurso de la idea cristiana de la migración, que implica en sí una gran cantidad de sacrificios y sufrimientos. Porque para un cristiano toda migración es un viaje, una peregrinación de fe y esperanza, tal como lo mencionó el papa, lo que es una visión positiva de la migración.

Cuando hablamos de migración, estamos enfocando también temas de política, economía y pobreza… ¿Nos puede explicar esta realidad?

– Padre Quadri: Frecuentemente en el mar Mediterráneo hay muchas embarcaciones que se hunden en el mar; y lo que debería ser una esperanza, se convierte en un mensaje de desesperación, tragedia y muerte. Y hablando de la misma naturaleza de la migración del hombre y de la mujer que deja su país, su familia, sus amigos y sus hijos, ya desde ese momento se prueba el dolor y el sufrimiento. Por supuesto, la migración no es sinónimo de pobreza, pero el dolor de la pobreza y del sufrimiento siempre estarán entre los migrantes.

Ahora en Europa se vive la crisis económica, bajo este contexto el Municipio de Milán está trabajando en temas de integración y el santo padre lo menciona. En ese sentido, ¿cómo trabaja la iglesia?

– Padre Quadri: Quisiera empezar citando las palabras del papa: «La Iglesia y las diversas realidades que se inspiran en ella están llamados a atender la emergencia y la pobreza». Pero no debemos olvidar que el discurso de la Iglesia es el desarrollo humano, aunque parece que la sociedad italiana está retrocediendo un poco en aceptar con el corazón a los nuevos migrantes. Es fundamental entender que todos somos hermanos y que debemos respetarnos en el aspecto material y económico. Por ejemplo, nosotros trabajamos en la asistencia a los refugiados, escuelas de italiano para el migrante y su familia, entre otras actividades. La Iglesia está trabajando, considerando no solo la emergencia sino también la integración para aprender a vivir en conjunto, tal como lo decía el cardenal Martini: cada uno con sus diferencias.

El papa habla de los derechos de la persona, aquí salta el tema de la inmigración legal e ilegal, ¿no?

– Padre Quadri: Aquí vuelvo a repetir las palabras del santo padre «Todo Estado tiene el derecho de regular los flujos migratorios…asegurar el respeto de la dignidad de toda persona humana». Estamos frente a un capítulo muy difícil; el solo hecho de recordar que por desgracia nuestra bella Italia está a veces en los registros de los sancionados por la Unión Europea; esto es una mentalidad que debe cambiar. Tenemos que pasar de una emergencia, a un derecho de inmigración, a los derechos de los inmigrantes; es decir, necesitamos el máximo respeto a la persona humana. Creo que es uno de los mensajes fundamentales de Benedicto XVI.

¿Cómo avanzan los temas de la inmigración en el sentido positivo de la familia, los jóvenes y la sociedad?

– Padre Quadri: La Iglesia de Milán siempre ha estado a la vanguardia para ayudar en las dificultades de los migrantes. Fue así que desde el año 2000 durante el Jubileo, el cardenal Martini se empeñó en dar una mayor atención a los migrantes. Justamente se creó esta oficina que ahora estoy conduciendo. Debemos pedir en primer lugar legalidad a los migrantes, al ciudadano y al Estado italiano y de esta legalidad construir una nueva nación. Por ello, se debe trabajar en positivo en la escuela, en la educación, los negocios y el trabajo. Debemos subrayar que son importantes para nosotros, y son importantes para la Italia, porque aquí siempre habrán inmigrantes.

Para usted, ¿cuál es el mensaje de esperanza que se debe dar a los inmigrantes que viven en Italia?

– Padre Quadri: Es un gran mensaje de confianza. Nosotros nos preparamos para celebrar el próximo seis de enero la fiesta de la Epifanía con el cardenal Angelo Scola, quien presidirá una misa en la Catedral de Milán. El cardenal la aprobó y desea que este mensaje del papa y de la Iglesia sea de fidelidad y alegría. Es importante que estos mensajes sean presentados a los migrantes y a las personas italianas, y proceder de tal manera que esta alegría en Cristo sea parte de una nueva nación que está naciendo. Finalmente, les recuerdo que el santo padre termina su mensaje invocando a María con estas palabras: «Encomiendo a cada uno de vosotros a la Bienaventurada Virgen María, signo de segura esperanza y de consolación, «estrella del camino»». 

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ZENIT Staff

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