Naufragio en Lampedusa. El papa: 'Me viene la palabra vergüenza, ¡es una vergüenza!'

El santo padre pide oraciones por las víctimas de la nueva tragedia de prófugos en el sur de Italia, en Lampedusa. Al menos 300 entre cadáveres y desaparecidos

Share this Entry

“Al hablar de paz, hablando de la inhumana crisis económica mundial, que es un síntoma grave de la falta de respeto hacia el hombre, non puedo dejar de recordar con gran dolor las numerosas víctimas del enésimo trágico naufragio hoy en el mar de Lampedusa. ¡Me viene en mente la palabra vergüenza! ¡Es una vergüenza!».

Recemos juntos a Dios –indicó el santo padre– por los que han perdido la vida: hombres, mujeres, niños, por las familias y por todos los refugiados. ¡Unamos nuestras fuerzas para que no se repitan tragedias de este tipo!. Sólo una colaboración decidida por parte de todos puede ayudar a prevenirlas”.

Lo dijo hoy el papa Francisco en la audiencia conclusiva del encuentro promovido por el Pontificio Consejo Justicia y Paz, en el 50 aniversario de la encíclica Pacem in Terris, organizado en Roma del 2 al 4 de octubre.

El papa se refirió al naufragio sucedido en la madrugada de hoy, cuando una barcaza que llevaba unos 500 inmigrantes naufragó delante de la costa de la isla italiana de Lampedusa, situada a mitad camino entre África y Sicilia.

Los cadáveres son 82, entre los cuales una mujer embarazada, dos menores y tres niños. Hasta el momento unas 150 personas han sido rescatadas del agua, pero quedan otro centenar que espera ayuda. Se calcula que los desaparecidos son unos 250. El naufragio de las llamadas ‘carretas del mar’ se debió a un incendio en la parte posterior que no se excluye sea doloso.

Dos días atrás se registró otra tragedia, durante un desembarque en la playa de Ragusa murieron ahogados otros 14 inmigrantes. Según Fortess Europe, desde 1994 hasta hoy, en el canal de Sicilia murieron al menos 6.200 personas, de las cuales 4.790 desaparecidas. El 2011 fue el más trágico, con al menos 1800 personas ahogadas.

El papa Francisco realizó su primer viaje apostólico en Italia en la isla de Lampedusa. Allí celebró una misa, arrojó una corona del flores al mar y rezó por los miles de migrantes muertos en las travesí­as.

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }