BANJA LUKA, 19 junio 2003 (ZENIT.org).- En una carta difundida con motivo de la próxima visita de Juan Pablo II a Bosnia y Herzegovina, el episcopado el país acoge con gozo la beatificación de Ivan Merz (1896-1928), un beato que sale de las filas de la «gente corriente» y a quien califican como «el primer creyente laico del pueblo croata» que será elevado a los altares.
«Bienaventurados los limpios de corazón» (Mt 5, 8) es el lema que enmarcará el viaje del Papa a Bosnia y Herzegovina el próximo 22 de junio, en el curso del cual presidirá la beatificación del joven laico católico, estudiante, soldado, gran intelectual y apasionado educador.
«Se realiza por fin aquello por lo que muchas personas, durante décadas, se han empeñado incansablemente y por lo que han orado en muchos lugares», escriben los prelados, según recoge Radio Vaticana.
«Ivan Merz tiene verdaderamente algo que decir y que demostrar también a los jóvenes miembros de la Iglesia de Cristo, tanto en nuestras diócesis como en toda Europa», se lee en la misiva.
Como subrayan los obispos, «Ivan, cuando era un muchacho, no era nadie especial», «conoció a Cristo gradualmente, día tras día, en la oración, en el dolor, en los sufrimientos bélicos y en la profundización del pensamiento» a lo largo de su breve pero intensa vida de 32 años.
«Ejemplo de obediencia» y «precursor» del Concilio Vaticano II, advertía la exigencia de renovar la Iglesia y de valorar a los laicos.
El futuro beato «es una prueba directa de que «un hombre normal», que no pertenece a un orden espiritual determinado, allí donde vive y crece, en la cultura a la que pertenece, puede realizar la santidad de vida donde reside y trabaja».
«Ivan Merz es una clara guía para la Europa descristianizada en agonía de dudas y tentaciones contemporáneas», «es una llamada a la Europa moderna» para que vuelva a sus raíces cristianas, concluyen los obispos.
