Otro sacerdote asesinado en Colombia

El padre Arroyave promovía la paz en barrios marginales de Medellín

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MEDELLÍN, 22 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Un sacerdote católico comprometido en primera línea en la pacificación de los barrios marginales de Medellín fue asesinado a sangre fría este viernes por supuestos miembros de un grupo de milicias.

El padre José Luis Arroyave Restrepo era mediador en el conflicto que padecen los habitantes de la Comuna Número Trece del occidente de Medellín y dirigía los programas de desarrollo para San Javier y todos los barrios de la comuna occidental de la ciudad colombiana.

El asesinato tuvo lugar en una zona de San Javier, cuando se iba a repartir hojas parroquiales. Testigos informaron que un hombre joven con una escopeta recortada se acercó a la camioneta particular donde viajaba y sin explicación alguna le disparó.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Colombia ha condenado el crimen y ha recordado al Estado «sus obligaciones de respeto y garantía de los derechos humanos reconocidas por los pactos internacionales, le imponen el deber de investigar, juzgar y sancionar a los responsables del crimen».

Asimismo pidió a las autoridades proteger a los habitantes de este sector de Medellín y exigió a los grupos armados respetar la vida de los civiles de esta zona.

Uno de los colaboradores del sacerdote, que ha pedido el anonimato, considera que la muerte del sacerdote será un problema para la pacificación en esa región de a ciudad. En este año se ha recrudecido el conflicto entre paramilitares y milicianos del sector, dejando 373 muertos desde enero pasado.

Por petición de la Alcaldía, el padre Arroyave servía de «facilitador» en acercamientos con los grupos armados y formaba parte de la mesa en la que profesores de la zona y miembros de los gobiernos municipal y departamental buscan soluciones a los problemas educativos resultantes del conflicto.

Los representantes de la Iglesia católica en Colombia están amenazados por los grupos violentos desde hace años. En marzo pasado fue asesinado monseñor Isaías Duarte, arzobispo de Cali, tras celebrar unos matrimonios; mientras que en julio moría a tiros sor Marta Inés Vélez Serna, directora de un instituto de acogida a ancianos y personas pobres en Mogotes (Santander).

En abril pasado un grupo de pistoleros asesinó al padre Juan Ramón Núñez, mientras celebraba la eucaristía en su parroquia, la iglesia de La Argentina (departamento del Huila).

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ZENIT Staff

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