CIUDAD DEL VATICANO, 1 mayo 2001 (ZENIT.org).- El estudio del «Documento de trabajo» para el próximo Sínodo mundial de los obispos, que se celebrará en Roma en otoño precisamente sobre la figura del obispo, ha sido el objetivo principal de la reunión de la Secretaría del Sínodo, reunida la semana pasada en el Vaticano.
El tema de esta asamblea será «El obispo, ministro del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo» y tendrá lugar en el mes de octubre de 2001.
El objetivo de esta reunión consistió en ofrecer al relator y al secretario especial de la asamblea sugerencias útiles para la «Relación que precede de la discusión» («Relatio ante disceptationem»). Esta intervención tiene por objetivo introducir los argumentos de debate al inicio de la asamblea sinodal.
Entre los temas del «Documento de trabajo» («Instrumentum Laboris») que más interés han suscitado, se encuentran, según ha revelado un comunicado de prensa distribuido por la Secretaría del Sínodo: el objetivo del Sínodo, la dedicación del obispo a la Iglesia particular, la esperanza evangélica, la comunión en el ministerio episcopal y la caridad pastoral como servicio.
La reunión del Consejo ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos se celebró entre el 24 y el 25 de abril pasados, bajo la presidencia del cardenal Belga, Jan P. Schotte.
Participaron en el encuentro 7 cardenales, 3 arzobispos, 1 obispo y 4 miembros del personal del Sínodo de los Obispos. Entre ellos los cardenales Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación vaticana para los obispos, e Ivan Dias, arzobispo de Bombay, dos de los tres presidentes delegados. Estuvo también presente el cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, que será relator general del sínodo. El otro presidente delegado es el cardenal Bernard Agré, arzobispo de Abidjan (Costa de Marfil);
El secretario especial del sínodo será el obispo de Oria (Italia), monseñor Marcello Semeraro.
El «Documento de trabajo» ha sido elaborado por la Secretaría del Sínodo teniendo en cuenta las respuestas de todas las conferencias episcopales, diócesis, órdenes, congregaciones y personalidades eclesiásticas del mundo a un documento de «Orientaciones», acompañado por un cuestionario («Lineamenta») (Cf. Zenit, 9 de octubre de 2000).
