«Red Latin TV», comunión de canales, programas y productores católicos

Habla Gladys Daza, directiva de comunicación educativa en Colombia

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BOGOTÁ, martes, 17 abril 2007 (ZENIT.org).- En América Latina existe un «vacío» en el intercambio y distribución de productos televisivos católicos.

Esta laguna se está afrontando en un seminario latinoamericano de producción televisiva que querría concretarse en «Red Latin TV», una nueva propuesta impulsada por el CEDAL, centro de comunicación educativa audiovisual dirigido por la doctora Gladis Daza, que explica a Zenit el sentido de esta propuesta televisiva.

–¿Que es RedLatin TV?

–Daza: La Red LatinTV es una propuesta que está siendo debatida en el Seminario taller latinoamericano de producción de televisión que se realiza del 16 al 27 de abril de 2007 en la ciudad de Bogotá con la convocatoria de CEDAL Comunicación Educativa y el CELAM (www.celam.org).

Pretende ser la concreción a nivel continental del banco de programas iniciado en el Congreso mundial de televisión católica de Madrid en octubre de 2006.

Desde hace décadas se ha experimentado en América Latina un vacío en lo que concierne al intercambio y distribución de los productos televisivos católicos más relevantes, que bien pudieran difundirse en los países con unos acuerdos mínimos de comercialización o simple canje.

Ahora que las modernas tecnologías y la Internet nos acercan más, debemos aprovechar este momento histórico para hacer de la Red LatinTV una comunión de canales, programas, productores y sobre todo, de personas interesadas en fortalecer las dotes creativas que se despiertan en los diferentes países del norte, centro y sur del continente.

Del entusiasmo y estímulo que logre despertarse y, sobre todo, del compromiso que logre asumirse, dependerá el éxito de esta iniciativa en gestación.

–¿Existe una manera «latinoamericana» de producir televisión?

–Daza: El lenguaje y la narración televisiva tienen estándares universales como herencia del lenguaje cinematográfico, sin embargo, cada cultura, cada contexto socio político y económico tiene sus propias formas expresivas acordes con la idiosincrasia de sus audiencias. Ello permite llegar en forma más cercana a los intereses del público.

Desde esta perspectiva, podemos decir que se ha venido consolidando una narración peculiar latinoamericana, que de ninguna manera significa uniformidad continental, sino giros particulares nacionales con los cuales nos identificamos más que con otras formas expresivas ajenas a nuestra cultura.

De allí que el intercambio de productos televisivos entre países del continente, además del beneficio de un mismo idioma, a excepción de Brasil y otras islas caribeñas, es una ventaja comparativa que estimula la producción televisiva ajustada al mercado continental, sin descuidar la validez universal que algunos productos han podido alcanzar, como es el caso de las telenovelas colombianas y brasileñas que han dado la vuelta al mundo con sus respectivas adaptaciones.

–¿Cuál es el mayor reto formativo audiovisual con el que se enfrenten las televisiones católicas latinoamericanas?

–Daza: El mayor reto formativo audiovisual para las televisiones católicas latinoamericanas lo constituye la necesidad de articulación de la formación profesional de alto nivel competitivo de las escuelas de comunicación católicas con las exigencias de adaptación y presentación en forma creativa e innovadora de la Buena Nueva en una narrativa audiovisual atractiva y humanizadora para facilitar la relación de Dios con la humanidad, con la sociedad.

Esta formación de productores de televisión católica exige una convergencia evangélica, estética, ética, técnica y política en la representación audiovisual interactiva y la transformación de formatos y géneros televisivos.

Algo se ha logrado, pero a veces la falta de recursos para esta formación especializada frena los deseos de producir un cambio en este aspecto.

Se ve la necesidad en nuestros países del continente de dar prelación y protagonismo a la cotidianidad de los grupos más vulnerables de la sociedad.

–¿Qué le falta, a su entender, a la televisión católica mundial?

–Daza: Para hablar con propiedad de una televisión católica mundial debe producirse un mayor acercamiento entre los continentes, liderado por el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales. Se hace urgente la conformación de redes, de intercambio, superando las barreras idiomáticas y culturales, para convertirlas en riqueza de la diversidad, en una globalización de la Buena Nueva, que es una en su esencia y múltiple en su expresión.

Las entidades que como Signis (www.signis.net) tratan de aglutinar los lenguajes audiovisuales de los diversos medios deben hacer una presencia efectiva en los continentes que vaya más allá de los congresos y de las premiaciones de las producciones exitosas y relevantes.

Es preciso renovar los cuadros directivos con más frecuencia, dar más protagonismo a las jóvenes generaciones y así imprimir más creatividad e innovación acorde con las exigencias históricas.

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ZENIT Staff

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