ROMA, viernes, 19 marzo 2004 (ZENIT.org).- En una entrevista concedida el 17 de marzo, inmediatamente a su regreso de un viaje de tres semanas a Sudán, Christine du Coudray, jefa de la Sección de África de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN), afirmó que «la paz en este país no es una cuestión que se pueda reducir al reparto de sus enormes recursos petrolíferos», sino, más bien, una cuestión de «respeto a la dignidad y los derechos humanos».
Du Coudray considera que «no habrá una perspectiva de paz justa y duradera para Sudán mientras el Gobierno de Jartum continúe negándole a la población de origen africano el derecho a existir y mientras no respete su cultura, sus lenguas y su religión».
En relación con el papel que desempeña la Iglesia católica en Sudán, la experta de AIN subrayó la «crucial tarea» que realiza en los ámbitos de la educación y formación: «Los católicos centran sus esfuerzos en la educación y los resultados que obtienen sus estudiantes en los exámenes oficiales del Estado son admirables. Además, también existe una energía excepcional entre las mujeres, que las impulsa a mejorar su propia educación y formación».
Según du Coudray, esta circunstancia coincide con las prioridades de los obispos sudaneses, que también conceden gran importancia a la formación espiritual de los catequistas y futuros profesores. AIN apoya también a religiosas católicas en Sudán y la formación de sus novicias. «Una vez se reestablezca la paz, nuestra Asociación espera poder distribuir libremente en este país obras religiosas, entre ellas, la Biblia del Niño de AIN», añadió la experta.
