OVIEDO, domingo, 13 febrero 2011 (ZENIT.org).- «Potenciar el diálogo ciencia, humanismo y creencia, incorporando el desarrollo del pensamiento generado a lo largo de la historia y pulsando las cuestiones candentes actuales a la luz de la investigación científica» es el objetivo del Encuentro Internacional, organizado por la Fundación Castroverse y la Fundación Universidad de Oviedo, que tendrá lugar en Oviedo en octubre próximo. El encuentro se enmarca en las actividades del Centenario de la Institución Teresiana.
Además, se pretende «estudiar el contenido de estos referentes -ciencia, humanismo, creencia- y su repercusión en la sociedad actual»; «abordar cuestiones candentes que surgen de la interrelación entre estas instancias»; «propiciar el debate científico y el desarrollo de la investigación sobre estos temas en la Universidad y otros Centros de Investigación»; y «despertar el interés por la conexión entre estos temas y las necesidades y demandas de nuestro mundo», explican sus organizadores.
Está dirigido a todos aquellos que se interesen por las interrelaciones ciencia-humanismo-creencia desde la perspectiva de pluralidad, ya sean especialistas o no, ya que el encuentro tiene una clara vocación de divulgar los frutos de la investigación científica. El diálogo entre estas instancias «no es una cuestión exclusivamente académica, sino que afecta a todas las personas», afirman los organizadores.
Se considera especialmente indicado para investigadores, profesoresde Universidad, profesores de Enseñanza Primaria y Secundaria, alumnos universitarios; y personas que se plantean cuestiones en esta línea y que pueden ser transmisoras de estas reflexiones.
«Las posibilidades de diálogo entre las ciencias y las creencias tienen una larga historia de encuentros y desencuentros», explica Cira Morano, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y coordinadora del Encuentro Internacional.
«Por otro lado –añade–, el concepto de humanismo ha suscitado, en el transcurso de los siglos, corrientes de pensamiento de características muy diferentes. Se diría que cada época ha generado respuestas específicas desde esta triple perspectiva a la luz de sus propios contextos socioculturales».
«En el momento actual, el vertiginoso desarrollo de la ciencia y la tecnología está creando un nuevo concepto de sociedad y una nueva concepción de la persona. Esta innovación tan global reclama también la aportación de las ciencias humanas y sociales y una renovada aproximación al hecho religioso», asegura Morano en la presentación de dicho Encuentro.
«La experiencia de un pluralismo científico, filosófico o religioso estimula la búsqueda de respuestas y valores que puedan ser asumidos, en todo o en parte, por quienes, desde diferentes cosmovisiones, tienen el deseo de construir una sociedad más justa y, en definitiva, más humana», explica la doctora Morano.
En el ámbito internacional, constata, «hay un movimiento importante en torno al diálogo ciencia y religión; en España se echa en falta una mayor actividad que aborde interdisciplinarmente la situación actual y las perspectivas históricas. La participación de personas de otros países ensanchará y enriquecerá el pluralismo de las propuestas de diálogo».
La preparación y celebración de este Encuentro Internacional, coincide en el tiempo y en la intencionalidad con las conmemoraciones del centenario de algunos acontecimientos relevantes para la sociedad española.
Hace cien años, en el curso 1910-1911, se inició en España el libre acceso de las mujeres a la Universidad, y hace cien años también, en 1911, Pedro Poveda, incluido por la UNESCO en el elenco de personas de relevancia internacional en el mundo de la cultura, creó –precisamente en Oviedo- el primer centro educativo orientado a la formación de mujeres, futuras profesionales de la enseñanza.
Propició así san Pedro Poveda el nacimiento de una obra internacional de personas y acciones comprometidas con la fe y con la ciencia, capaces de estar presentes en los ámbitos en que se gesta y se difunde la cultura: la Institución Teresiana.
Creyó en las posibilidades de interrelación entre fe y ciencia, en un momento en que ambas expresiones humanas parecían incompatibles. La originalidad de su propuesta radica en su afirmación de que el diálogo es posible, en la unidad de la persona, y que la educación es la clave de la difícil tarea de humanizar.
«La crisis de la cultura tradicional se hizo evidente en aquellos momentos de principios del siglo XX. Y, al mismo tiempo, surgieron respuestas esperanzadoras. Deseamos que, en estos momentos, también críticos, del siglo XXI los procesos de reflexión que se generen en este Encuentro tengan en cuenta las necesidades y demandas de nuestro mundo y posibiliten nuevos caminos de diálogo en un marco caracterizado por la solidaridad y la justicia», concluye Cira Morano.
Para saber más: http://www.chcoviedo2011.es/.
