Un sacerdote católico y una cristiana menonita, en la última amnistía en Vietnam

Los dos prisioneros de conciencia, entre los más de 7.750 detenidos beneficiados

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HANOI, martes, 17 mayo 2005 (ZENIT.org).- Dos prisioneros de conciencia cristianos, el sacerdote católico Pham Ngoc Lien y la joven menonita Le Thi Hong Lien, incluyó Vietnam entre los más de 7.750 detenidos cuya amnistía decidió por el 30º aniversario de la unificación del país.

Ésta se fijó el 30 de abril de 1975, tras el final de lo que los vietnamitas llaman «la guerra americana». La reciente amnistía fue concedida por el presidente Tran Duc Luong Due.

La liberación de Le Thi Hong Lien tuvo lugar el pasado 28 de abril, dos meses antes de que cumpliera su condena.

La joven de 21 años, profesora bíblica de la Iglesia cristiana menonita en Vietnam, fue detenida en junio del 2004 junto a varios miembros más de dicha comunidad, y el 12 de noviembre fue condenada a 12 meses de prisión por «resistirse a una persona que desempeñaba sus funciones oficiales» por su intervención en una protesta, explica «Amnistía Internacional».

Añade que Le Thi Hong Lien había participado en varias manifestaciones contra las políticas gubernamentales en materia de religión y había sido detenida en varias ocasiones, y que según informes fue sometida a palizas y abusos durante estos 11 meses de prisión, circunstancia que le llevó a un grave deterioro de su salud física y mental. De hecho, en febrero fue ingresada en el hospital psiquiátrico de Bien Hoa bajo custodia de guardias penitenciarios.

La agencia del PIME (Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras) «AsiaNews» apunta que, según la Iglesia menonita, la liberación de la joven fue posible gracias a las presiones ejercidas sobre el gobierno vietnamita «por organizaciones a favor de los derechos humanos, medios de comunicación internacionales, fieles cristianos y gobiernos extranjeros».

Al poco tiempo de su liberación, «Compass Direct» –un servicio cristiano de noticias– dio la voz de alarma de que en la tarde del 1 de mayo Le Thi Hong Lien fue arrestada por acudir a un estudio bíblico con otros trece cristianos en la casa del pastor encarcelado Nguyen Hong Quang, que sirve en Ho Chi Minh City como sala de reuniones para la Iglesia menonita en Vietnam.

Una treintena de oficiales se encargó de la operación. Se ordenó a todos los cristianos que fueran a la estación local de policía para ser interrogados.

Lien permaneció en silencio durante el interrogatorio, a pesar de ser amenazada con la fuerza. Fue liberada esa misma noche junto a otros del grupo. Según informes, regresó a la casa de Quang agotada y aterrorizada.

En la lista de los prisioneros de conciencia a los que el gobierno prometió la amnistía estaba el sacerdote católico Pham Ngoc Lien, de 63 años. Su liberación, el 28 de abril, fue confirmada en un comunicado de «Amnistía Internacional» del pasado 11 de mayo.

Miembro de la Congregación de la Madre Corredentora, el sacerdote llevaba 18 años en prisión –aclara «Amnistía Internacional»–. Formaba parte de un grupo de 23 monjes y sacerdotes católicos detenidos en mayo de 1987 durante las redadas realizadas en el monasterio de Thu Duc, en las proximidades de Ho Chi Minh City, por impartir cursos de formación y distribuir libros religiosos sin autorización del gobierno.

En octubre de 1987 fue condenado a 20 años de prisión, más cinco años de arresto domiciliario una vez cumplida la primera parte de la condena, con arreglo a la legislación sobre seguridad nacional, por «realizar propaganda para oponerse al régimen socialista y minar la política de solidaridad».

Los otros 22 monjes detenidos fueron también condenados a penas de entre cuatro años de cárcel y cadena perpetua; todos fueron puestos en libertad salvo el sacerdote Pham Ngoc Lien y el hermano Nguyen Thien Phung, a quienes «Amnistía Internacional» «adoptó» hace muchos años como presos de conciencia.

Según datos de la organización, el hermano Nguyen Thien Phung no está incluido en esta amnistía y permanecerá en la prisión Z30A, en la provincia de Dong Nai.

«La excarcelación anticipada de estas dos personas, ambas con problemas de salud, debía haberse producido hace tiempo y es una medida bienvenida y positiva –declaró “Amnistía Internacional” el 26 de abril, al conocerse el anuncio de la próxima liberación–. Sin embargo, pedimos una vez más a las autoridades vietnamitas la libertad de todos los presos de conciencia y que dejen de encarcelar a activistas políticos y religiosos por ejercer sus derechos humanos fundamentales a la libertad de expresión, de asociación y de religión».

En materia de libertad religiosa, si bien en los últimos años Vietnam ha mostrado una actitud más tolerante, permitiendo por ejemplo a algunos monjes budistas regresar al país tras 40 años de exilio, el Estado –a través de la ordenanza sobre creencias y religiones del pasado 15 de noviembre– sigue ejerciendo un control total y opresivo sobre la religión, denunció «AsiaNews».

El pasado septiembre –recordó–, el Departamento de Estado de los EE. UU., en su informe 2004 sobre la liberta religiosa, incluyó a Vietnam entre los países «objeto de particular preocupación».

6 millones de católicos se cuentan entre los 7 millones de cristianos de Vietnam, cuya población –de unos 80 millones de personas– registra 50 millones de budistas y 4 millones de la religión Cao Dai.

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ZENIT Staff

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