Vietnam: Tras la visita de Clinton, continúa la persecución religiosa

La policía irrumpe en una reunión de cristianos durante su estancia

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HO CHI MIN, 23 nov (ZENIT.org).- En el mismo momento en que Bill Clinton visitaba al arzobispo católico de esta ciudad para dialogar sobre libertad religiosa, la policía de seguridad interrumpía a poca distancia en un servicio de culto, en el domicilio de un líder de una Iglesia protestante.

Según informa la agencia «Compass», el presidente de Estados Unidos se encontró con monseñor Jean-Batptiste Pham Minh Man, el 19 de noviembre, y hablaron sobre las dificultades que todavía sufre la Iglesia católica a manos del régimen comunista vietnamita. Un poco antes, el mismo día, la policía realizó una redada en el servicio de culto de «Grace Church», una comunidad eclesial, que tenía lugar en la casa del reverendo Nguyen Ngoc (Henry) Hien.

Las autoridades confiscaron Biblias, amenazaron a los que asistían al servicio, y secuestraron el documento de identidad del reverendo Hien. Al pastor se le dijo que se presentara en el cuartel de policía para investigar sus actividades.

Según informa hoy la agencia misionera de la Santa Sede, Fides la visita del presidente estadounidense a Vietnam (17-19 de noviembre) concluyó con un genérico llamamiento a la libertad. «Las hostilidades del pasado han terminado, queremos colaborar», declaró Clinton, dejando en el aire perplejidades sobre el respeto de los derechos humanos y de la libertad política y religiosa en el país.

Después de la llegada a Hanoi, el presidente se trasladó a Ho Chi Minh, donde el 19 de noviembre visitó la catedral de la Inmaculada y se entretuvo durante diez minutos con monseñor Pham Minh Man. Clinton, sin embargo, no asistió a la misa, como se había previsto.

«El presidente Clinton –explica a Fides monseñor Pham Minh Man– llegó con más de una hora de retraso», por lo que el encuentro fue sólo un saludo informal.

El coloquio previsto debía ofrecer a Clinton mayores informaciones sobre la libertad religiosa en Vietnam.

Clinton ha sido el primer presidente de Estados Unidos que ha visitado Vietnam desde los tiempos de la guerra de 1965-1973, durante la cual murieron tres millones de vietnamitas y 58.000 americanos.

En la Universidad de Hanoi, Clinton recordó la exigencia de respetar los derechos humanos y la libertad religiosa, sin embargo, según denuncia Fides, la traducción simultánea vietnamita fue imprecisa. El itinerario presidencia evitó cuidadosamente visitar los campos empobrecidos y a los campesinos que, desde hace semanas, protestan contra los impuestos. En la vigilia de la llegada de Clinton, la policía dispersó a los campesinos que protestaban contra la corrupción de los funcionarios estatales.

El diálogo con el secretario del Partido comunista, Le Kha Phieu, se centró sobre cuestiones económicas y estratégicas. Clinton anunció nuevas inversiones americanas en el país por 200 millones de dólares. Una mayor presencia de los Estados Unidos en el país es útil para Hanoi, para equilibrar la presencia cada vez más fuerte de China en el Sur-Este asiático.

Los Estados Unidos y Vietnam establecieron relaciones diplomáticas en 1994, fecha que puso fin también al embargo económico.

En este contexto, curiosamente la persecución contra los protestantes se ha intensificado en los últimos meses. La agencia de noticias «Compass» recoge declaraciones de un portavoz del ministro de Asuntos Exteriores de Vietnam, quien el 14 de noviembre calificó de «tergiversada y calumniosa» la publicación de documentos secretos del Partido Comunista vietnamita, de los que se había hecho eco entre otros la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides», en los que se ponen de manifiesto las duras políticas del Gobierno contra los cristianos del país (Cf. «Vietnam: Dossier secreto sobre las religiones»).

La persecución religiosa en los últimos meses ha tenido como objetivo especial las comunidades protestantes. A primeros de noviembre, el líder de una iglesia doméstica, Cao Xuan Tao, en la provincia de Quang Binh, fue arrestado y encarcelado. El 20 de noviembre todavía no había sido liberado ni se le habían formulado cargos.

En la provincia de Phu Yen, seis cristianos fueron multados con 50.000 dong vietnamitas cada uno, por reunirse en una casa a celebrar un culto cristiano. Las multas fueron impuestas y pagadas el 20 de septiembre.

Un cristiano de la etnia hmong, llamado Sung Seo Choa, de 42 años, de Xin Man en la provincia de Ha Giang, fue sentenciado a 24 meses de trabajos y reeducación el 19 de septiembre. El documento de la decisión oficial afirmaba que el señor Choa «no tiene religión». Sin embargo fue sentenciado porque «continuamente predica la religión ilegalmente, tras haber sido educado muchas veces a no hacerlo».

En la provincia de Quang Nam el 18 de septiembre, la policía de seguridad realizó una redada en la casa de Nguyen Chuc. Uno 20 policías, según los informes, asaltaron a Chuc y su familia (incluyendo su anciana madre) y confiscaron propiedades personales y una valiosa bomba de agua doméstica. Chuc apeló a la Constitución vietnamita que garantiza la libertad de religión, y declinó pagar una multa que le impuso la policía de seguridad por haber tenido una celebración de Pascua en su casa el pasado mes de abril.

Los incidentes mencionados implicaban sobre todo a cristianos vietnamitas de minorías étnicas.

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ZENIT Staff

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