“El impresionante testimonio de un dominico, ardoroso apóstol y gran asceta, que no ahorró sacrificios para difundir la fe en China, siendo el primer martirizado en ese país. Es un referente inequívoco para cualquier misionero”
Carta pastoral del arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro. «Hay que decir con fuerza un ‘no’ a la muerte y un ‘sí’ a la Vida; decir ‘no’ al ataque de la muerte que muy a menudo se presenta con aires y máscaras de vida»