SEVILLA, 17 oct (ZENIT.org).- El atentado terrorista perpetrado ayer en Sevilla, en el que pedió la vida al coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, ha suscitado la condena unánime de la Iglesia católica.
Instantes después de confirmarse el asesinato del doctor Muñoz Cariñanos, los obispos de la Asamblea del Sur de España, que se encontraban reunidos en Monachil (Granada), emitieron un comunicado, distribuido por «Odisur», en el que manifestaban el más absoluto rechazo y condena al atentado, al tiempo que destacaban «el más radical desprecio a la vida humana que suponen estos actos terroristas porque anteponen los intereses de poder o de cualquier tipo a la vida de las personas».
Todos los miembros de la Asamblea –los obispos asistentes y la representante de la Unión de religiosos, URPA–, interrumpieron en la mañana de hoy sus sesiones de trabajo para sumarse a la concentración silenciosa que se desarrolló a las doce del mediodía en la puerta del Ayuntamiento granadino.
El arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo, ha anulado el viaje que tenía previsto llevar a cabo a Roma, donde iba a participar en el Congreso Mundial Misionero, y presidió en la tarde de este día el funeral en la catedral por el militar asesinado.
Condolencias del nuncio y del cardenal Rouco
Monseñor Amigo hizo llegar la noticia del atentado a Juan Pablo II a través de la Nunciatura Apostólica en España, así como al cardenal presidente de la Conferencia Episcopal. El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, en telegrama dirigido la noche de ayer al arzobispo de Sevilla, manifestaba su unión y la de la Iglesia madrileña, «junto con nuestra sentida oración a Dios, por el eterno descanso de esta nueva víctima de los criminales».
Por su parte, el nuncio apostólico en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, pidió al arzobispo de Sevilla que trasladara a la familia del médico asesinado, en nombre del Papa, «el dolor y sufrimiento que compartimos con ellos por tan abominable e injusto crimen». El nuncio se mostró «profundamente apenado» por el último atentado de la banda terrorista ETA, y transmitió al arzobispo «los más sinceros sentimientos de pésame y dolor, así como mi cercanía a su persona y a la Archidiócesis de Sevilla en estos momentos tan tristes».
Monseñor Monteiro de Castro explicó ayer en Calahorra (La Rioja) que La Santa Sede sigue muy de cerca todo lo que pasa en la Iglesia radicada en el País Vasco y añadió que el Papa no tiene pensado mediar, «de momento», en el problema vasco.
En el transcurso de su visita a la exposición «La Rioja, Tierra Abierta» en la Catedral de Calahorra, el nuncio apostólico reconoció que «Ha habido comentarios acerca de este asunto, pero no se trataría de una mediación. El Santo Padre habló y dijo claramente que la Iglesia es madre de todos sus hijos y lo que queremos es que vivan bien. En este sentido haremos todo aquello que se pueda para alcanzar este objetivo, pero en ningún momento se habló de mediación ni implícita ni explícitamente».