ROMA, 7 nov (ZENIT.org).- El Jubileo de los parlamentarios y gobernantes, que se celebró el fin de semana pasado en Roma, se convirtió en una oportunidad única para el reconocimiento de la libertad religiosa en Irán.
En la embajada de la República Islámica de Irán ante la Santa Sede tuvo lugar el viernes por la tarde una reunión en la que participaron diputados iraníes que habían venido con este motivo a Roma. Entre otros, había representantes de minorías religiosas que participan en la Asamblea Consultiva Islámica.
En el encuentro, los diputados iraníes de todas las tendencias subrayaron el papel positivo que Juan Pablo II está desempeñando en la promoción del diálogo entre los creyentes de las diferentes religiones.
Entre los delegados iraníes, se encontraba Ahmad Bourghani, presidente del Grupo de Amistad Parlamentaria entre Italia e Irán, quien subrayó que el Jubileo de los políticos era una ocasión privilegiada para promover el conocimiento mutuo entre cristianos y musulmanes.
En Irán, con más de 60 millones de habitantes, los no musulmanes representan una pequeña minoría de unas 210 mil personas. Según la Constitución, de los 290 escaños del Parlamento, 5 corresponden a las minorías religiosas. Los cristianos, que son algo más de 100 mil, tienen derecho a tres escaños (uno para cristianos de rito asirio y caldeo y dos para los cristianos armenios); los judíos, segunda minoría, cuentan con un diputado; otro escaño corresponde a los zoroastrianos, que según un reciente censo son casi 10 mil.
El «Informe 2000 sobre la libertad religiosa», publicado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, constata, sin embargo, que la apostasía del Islam es castigada con la muerte en el país, ya sea para quien la induce ya sea para quien abandona esta religión.
El mismo informe revela que los cristianos están abandonando el país «pues ya no pueden abrir restaurantes, abrir pequeños kioscos, ser peluqueros o dentistas. La vida de uno que no es musulmán vale mucho menos en caso de accidente, la sanción pecuniaria por un atropello es más de cien veces inferior».
Desde 1991, año del cierre del diario israelí «Tamuz», no se ha permitido la publicación de otros periódicos judíos. La situación de los creyentes judíos en el país se agrava a causa de sus lazos de solidaridad con sus correligionarios del Estado de Israel, presentado por la propaganda del régimen como «pequeño Satanás», explica el Informe.
Según informa «Human Rights Frontiers», en enero y febrero de este año en Irán han sido detenidos y condenados a muerte seguidores de la religión Bahai.