CIUDAD DEL VATICANO, 10 nov (ZENIT.org).- Juan Pablo II y el patriarca de la Iglesia apostólica armenia han firmado una declaración común, publicada hoy, en la que tras 1500 años de separación confiesan la fe común que en estos momentos ya une a estas dos Iglesias. Al mismo tiempo, reafirman su compromiso para seguir avanzando hacia la unidad plena.
El patriarca de Occidente, como se conoce en Oriente al Papa, y el patriarca de Etchmiadzin confiesan conjuntamente su fe «en Dios Trino y en el único señor Jesucristo, hijo unigénito de Dios». Ambos líderes hacen pública su fe «en la Iglesia, una, católica, apostólica y santa».
La declaración va más allá hasta reconocer «que la Iglesia católica y la Iglesia armenia tienen sacramentos verdaderos, sobre todo –por medio de la sucesión apostólica de los obispos– el sacerdocio y la eucaristía. Seguimos rezando por la comunión plena y visible entre nosotros».
«La Iglesia católica y la Iglesia armenia comparten una larga historia de respeto recíproco, y consideran complementarias más que opuestas sus diversas tradiciones teológicas, litúrgicas y canónicas. También hoy tenemos mucho que recibir una de otra», dice el documento.
La mirada de los dos sucesores de los apóstoles se dirige después al futuro para pedir a Dios que «guíe a nuestras comunidades para que, con una sola voz, podamos dar testimonio del Señor y proclamar la verdad de la salvación».
Por último, Juan Pablo II y Karekin II rezan por la paz en el mundo y especialmente en Oriente Medio: «¡Que todos los hijos de Abraham crezcan en el respeto recíproco y encuentren formas idóneas para vivir juntos pacíficamente en esta sacra parte del mundo!», concluye el histórico documento.