Pakistán: Un sacerdote arrestado por protestar contra la ley sobre blasfemia

El Código Penal castiga con la pena de muerte este delito

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KARACHI, 12 enero 2001 (ZENIT.orgFides).- Un sacerdote católico y un laico comprometido han sido arrestados en Pakistán por haber participado en una marcha de protesta pública contra la ley sobre la blasfemia.

Se trata del padre Arnoldo Heredia, de 60 años, y Alsam Martin, de 44 años. En estos momentos se encuentran detenidos en la cárcel de Karachi. La noticia ha sido revelada por la agencia de la Santa Sede, Fiides.

La manifestación había sido organizada en esta ciudad por All Faith Spiritual Movement, foro de asociaciones religiosas y civiles defensoras de los derechos de las minorías.

Más de 600 personas marcharon pacíficamente por el centro de Karachi. La policía, sin embargo, dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y arrestó a 50 personas. El padre Heredia, según explica Fides, trabaja desde hace más de 20 años con organizaciones defensoras de los derechos humanos y es muy estimado y respetado en Karachi.

El tribunal correspondiente ha dispuesto su prisión preventiva hasta el 16 de enero. El 11 de enero la Iglesia católica en Pakistán y diversas asociaciones civiles presentaron al gobierno local una solicitud de liberación inmediata del sacerdote y de Martin. En los próximos días, la Comisión «Justicia y Paz» diocesana presentará un recurso a la Alta Corte de Apelación.

En un comunicado del 11 de enero, la Comisión Nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal expresó gran indignación por los medios brutales utilizados por la policía (porras y lacrimógenos) contra los manifestantes; protestando por los arrestos: «La actitud de las fuerzas del orden es horrible e injustificada porque la manifestación era completamente pacífica y ejercía el derecho de expresión sancionado por la Constitución».

En declaraciones a «Fides, el padre Emanuel Yousaf Mani, director de la Comisión Justicia y Paz, y Cecil Chaudry, líder católico, reafirman la ilegitimidad de los arrestos, piden la liberación incondicional y la cancelación de las acusaciones contra los manifestantes, todos activistas pro derechos humanos. Afirman: «La Iglesia exhorta al gobierno a dar pasos adelante para detener la intolerancia religiosa».

La protesta de las minorías no musulmanas contra la ley sobre la blasfemia ha aumentado ante la multiplicación de asesinatos, saqueos de propiedades privadas y lugares de culto, realizados en nombre de la ley sobre la blasfemia.

En mayo del año pasado, cristianos y musulmanes moderados expresaron su decepción por la incoherencia del general Pervez Musharraf que anunció y luego anuló un cambio de la ley sobre la blasfemia, cediendo a las protestas de los integristas islámicos.

El 6 de mayo de 1998 monseñor John Joseph, obispo de Faisalabad, se quitó la vida para protestar, según él mismo había explicado, contra la condena a muerte por blasfemia del cristiano Ayub Masih.

La ley que castiga también con la pena de muerte a «cualquiera que, con palabras, dichos o escritos, o con representaciones visivas o con cualquier otro medio, ofenda directa o indirectamente al sagrado profeta Mahoma» (Código Penal Pakistaní, 1986, sección 295, c).

De los 140 millones de habitantes de Pakistán, cerca de 3 millones son cristianos que se apelan al carácter secular del Estado, proclamado por el Padre Fundador de la Nación Ali Jinnah en 1947.

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ZENIT Staff

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