El primado de la Iglesia católica en el país, el cardenal Jozef Glemp, arzobispo de Varsovia, ha pedido al episcopado polaco que rece por las víctimas de la masacre de Jedwabne y de otras atrocidades en las que tomaron parte católicos.
En un libro escrito por Jan Gross, se acusa a los mismos polacos y no a las tropas de ocupación nazis de la masacre que tuvo lugar en 1941 en Jedwabne.