CIUDAD DEL VATICANO, 10 mayo 2001 (ZENIT.org).- ¿Que quedará de esta peregrinación de Juan Pablo II tras las huellas de san Pablo? El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, ha escogido en un encuentro con los periodistas las «fotos» más bellas de un viaje que en algunos aspectos ha hecho historia.
Prodigio en Atenas
«Ante todo eso que algunos han definido como el "milagro de Atenas", después la visita a la mezquita y luego la oración en la ciudad de Quneitra, aunque alguno ha tratado de politizarla», explica el director de la Oficia de Información de la Santa Sede.
En referencia a la primera etapa, el mismo Navarro-Valls ha revelado a los periodistas el contenido de una breve carta que el arzobispo ortodoxo de Atenas, Christodoulos, ha enviado al Papa tras su visita.
«Su Santidad --escribe en francés el primado de la Iglesia griega-- en el momento en que deja Atenas tras una breve visita, pero fructuosa, quisiera manifestarle mis sentimientos de gratitud. Nos ha dado la ocasión de acompañarle en sus pasos tras las huellas del apóstol Pablo. Que nuestro Señor Jesucristo refuerce nuestra voluntad y nuestro compromiso por un conocimiento recíproco cada vez más maduro».
Pocas palabras que confirman el «prodigio», como el mismo Navarro-Valls ha definido la escala en Grecia: «Un hecho totalmente inesperado en vísperas del viaje. Esta carta, la oración común del Padrenuestro en común entre el Papa y Christodoulos, nos han hecho pensar por momentos que había desaparecido la falta de comunión plena».
En la mezquita
La segunda imagen simbólica del periplo pontificio es, claro está, la visita a la mezquita de Damasco que tiene su correspondiente histórico en la que hizo a la sinagoga de Roma hace quince años, explica el portavoz, aunque «es obvio que son diferentes los lazos con el Islam y con el judaísmo».
Entre el domingo y el jueves, Juan Pablo II ha recibido varios mensajes de países musulmanes no árabes, continúa con su serie de revelaciones Navarro-Valls. Todos expresaban más o menos la misma idea: «Hoy se ha establecido una correspondencia entre la visita a la sinagoga y la de la mezquita».
Por último, el director de la Oficina de Información vaticana menciona la etapa en la ciudad fantasma de Quneitra, en los Altos del Golán.
«Ha habido un intento de politizar este momento del viaje --confirma--. Pero francamente es una idea escandalosa, venga de donde venga. El Papa fue allí sólo para rezar. Y rezó por todos los pueblos de la región. Por suerte, la opinión pública mundial ha comprendido que era un acto religioso y no político, tanto en las intenciones, como en su realización».
Los periodistas preguntaron a Navarro-Valls si, tras las críticas de ambientes israelíes, que consideraban obligatoria una respuesta del Papa a los ataques lanzados por el presidente sirio Bashar al Assad, las relaciones entre la Santa Sede e Israel podría empeorar.
«¿Por qué deberían empeorar?, preguntó a su vez el portavoz. «En todo caso podrían empeorar las relaciones entre Israel y Siria, la Santa Sede no tiene nada que ver. Nosotros allí éramos huéspedes. Que quede bien claro que con esto no estoy defendiendo el discurso de Assad, que entre otras cosas el pontífice no conocía con antelación. Lo que digo es que el Papa ha respondido con la enunciación de los principios internacionales que valen para todos».
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May 10, 2001 00:00