Zimbabwe: La Iglesia exige paz y una buena repartición de la tierra

Se temen nuevas violencias en la campaña electoral

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ROMA, 28 octubre 2001 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en Zimbabwe ha dado la bienvenida a la redistribución de la tierra pero ha pedido que el proceso sea transparente y bien planificado, según informó la Comisión de Justicia y Paz del país.

El director de la Comisión, Trasizius Zimbiti, afirmó que el tema de la tierra en Zimbabwe ha sido politizado, especialmente por Occidente. Como consecuencia de la publicidad negativa, la economía de Zimbabwe se ha venido abajo. Muchas empresas han cerrado, el desempleo ha aumentado y los precios de las materias básicas han subido.

Indicó que el presente proceso de redistribución de la tierra está dejando a mucha gente colgada. «Es triste ver que esta gente que ha sido reasentada está ahora abandonada, sin acceso a los servicios esenciales como el agua, una clínica, y a menudo una escuela para los hijos –dijo–. Parece que el Gobierno se está aprovechando de la ignorancia de la gente».

Sugirió que un proceso justo debería tener en cuenta como categoría prioritaria a quienes han estado trabajando en las granjas.

Zimbiti afirmó que la Iglesia católica está siempre tratando de crear un ambiente de paz y conciencia tanto del Gobierno como de la oposición, mostrándoles que la violencia y la tortura no son la solución a los problemas económicos del país.

Una investigación hecha por la Iglesia católica muestra que la violencia está siendo bien organizada por el partido gobernante ZANU-PF y que el principal partido de oposición, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) está también implicado en la violencia.

Durante tres años, Zimbabwe ha experimentado una dura situación económica: falta de combustible, aumento del desempleo y altos precios de los bienes de primera necesidad como harina, aceite y jabón. Muchas empresas están cerrando por el temor a mayores pérdidas.

Por otra parte, Zimbiti dijo que ha comenzado en Zimbabwe una campaña clandestina para preparar las elecciones presidenciales de 2002.

Con este motivo, la Iglesia católica está organizando talleres con diferentes organizaciones, incluyendo líderes de partidos políticos, con el fin de crear un clima de tolerancia y paz durante la campaña y las elecciones.

Hay temor de que con el desempleo muchos jóvenes puedan ser utilizados para causar violencia e incluso asesinatos. La Iglesia está decidida a predicar la paz y la tolerancia pero para que esto tenga fruto, señaló la Comisión, es importante que los líderes políticos le hagan caso y la escuchen.

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ZENIT Staff

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