CIUDAD DEL VATICANO, 24 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La Santa Sede pidió al Estado de Israel que levante la prohibición impuesta por el primer ministro Ariel Sharon al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, a participar en la misa de Navidad en Belén.
La medida ha sido calificada por un comunicado de prensa emitido este lunes por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls, como una «prohibición impuesta arbitrariamente».
Al cierre de esta edición, no se sabía todavía si el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, de 72 años, podría participar en la celebración eucarística presidida en la Nochebuena por el patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah, en la Iglesia de santa Catalina, junto a la Basílica de la Natividad.
Desde que Israel se retiró de Belén en 1995, Arafat, de confesión musulmana, asiste todos los años a la misa del gallo en Belén. Sin embargo, en esta ocasión Sharon le prohibió trasladarse a Belén, pese a las protestas internacionales y a las divergencias en el seno de su gabinete.
El Gobierno israelí justificó su decisión alegando que «Arafat no hace nada para desmantelar las organizaciones terroristas y luchar contra los ataques terroristas anti-israelíes, ni para detener y castigar a los terroristas, incluidos los asesinos del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi», abatido el pasado 17 de octubre por un comando del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
En respueta a las preguntas de los periodistas sobre la cuestión, el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, Navarro-Valls, confirmó al final de la mañana de este lunes: «Por parte de la Secretaría de Estado se ha dado un paso diplomática para evitar esta prohibición impuesta arbitrariamente y facilitar así un clima de mayor distensión en el área».