El juez ha citado al imán a declarar en calidad de imputado puesto que considera que el contenido del libro podría suponer «una provocación a la violencia física y psíquica sobre un determinado grupo de personas (mujeres casadas)».
El juez entiende que el imán podría haber cometido un delito de apología de la violencia discriminatoria por razón de sexo y situación familiar.
En su obra, el Imán recomienda que los golpes a las mujeres «se deben administrar en unas partes concretas del cuerpo, como los pies y las manos, debiendo utilizarse una vara no demasiado gruesa, es decir, ha de ser fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas en el cuerpo».
El libro añade que «los golpes no han de ser fuertes y duros, porque la finalidad es hacer sufrir psicológicamente y no humillar y maltratar físicamente».