CIUDAD DEL VATICANO, 7 febrero 2002 ( HREF="http://www.zenit.org/">ZENIT.org).- El voluntariado es un fenómeno «contra corriente» respecto al individualismo y la primacía de los «intereses económicos» dominantes, afirmó Juan Pablo II este jueves al recibir en audiencia a la asamblea plenaria del Consejo Pontificio «Cor Unum».
Al mismo tiempo, el pontífice consideró que este acto de entrega a los demás de cristianos puede «convertirse para los no creyentes en un auténtico estímulo para experimentar la profundidad del mensaje evangélico».
Al encontrarse con los exponentes del Consejo Pontificio, creado hace treinta años por Pablo VI para alentar y coordinar la acción caritativa en la Iglesia católica, el obispo de Roma comenzó constatando que el voluntariado es «un fenómeno relevante que hoy despierta muchas energías en la Iglesia y en el mundo».
«Cor Unum», organismo vaticano presidido por el arzobispo alemán Paul Josef Cordes, está reflexionando de manera particular del 5 al 8 de febrero en Roma sobre el voluntariado, argumento al que Naciones Unidas consagró el año 2001.
Dimensión humana
«Fruto de decisiones conscientes, en ocasiones difíciles», aclaró el Papa, el voluntariado «ofrece a la sociedad, además de un servicio concreto, el testimonio del valor de la entrega gratuita».
«Este valor va contra corriente con respecto al individualismo, por desgracia difundido en nuestras sociedades, especialmente las opulentas --constató el Santo Padre--. Ante intereses económicos que con frecuencia parecen constrituir la categoría dominante en las relaciones sociales, la acción de los voluntarios pone de manifiesto la centralidad del hombre».
«La persona en cuanto tal merece ser ser servida y amada siempre --subrayó el obispo de Roma--, especialmente cuando es tocada por el mal o el sufrimiento, o cuando es marginada y ofendida».
En este sentido, aseguró, que el voluntariado «representa un significativo factor de humanización y de civilización», y ofrece «la posibilidad de vivir la llamada al amor presente en el corazón de todo ser humano».
Dimensión evangélica
A continuación, el Papa Wojtyla, que el 5 de diciembre pasado escribió una carta a los voluntarios de todo el mundo, ofreció una visión evangélica de este fenómeno. «Para los cristianos --dijo--, la raíz de este compromiso se encuentra en Cristo. Por amor Jesús donó su vida a los hermanos, y lo hizo gratuitamente»
«Los creyentes siguen su ejemplo --continuó explicando--. Comprometidos en multiples campos de la acción humanitaria, pueden convertirse para los no creyentes en un auténtico estímulo para experimentar la profundidad del mensaje evangélico».
«Muestran de manera concreta que el Redentor del hombre está presente en el pobre y en el que sufre y que quiere ser reconocido y amado en toda criatura humana», subrayó.
Por eso, el Papa sugirió a los cristianos comprometidos en el voluntariado que contemplen el modelo de los santos de la caridad, «que con su existencia han trazado en la Iglesia una estela de luminoso heroísmo evangélico».
Del 22 al 24 de febrero el Consejo Pontificio Cor Unum y la Universidad Católica de Murcia (UCAM) organizan en la sede de esta última un congreso mundial sobre «Caridad y Voluntariado en el tercer milenio».
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Feb 07, 2002 00:00