La noticia del arresto ha sido confirmada por Xinhua, la agencia oficial china.

Unos cuarenta extranjeros fueron arrestados en la plaza Tienamen mientras pedían pacíficamente que se acabe la persecución contra Falun Gong. Otros 14 habían sido sacados a rastras de sus habitaciones de hotel.

Ambos grupos sufrieron una violencia sin precedentes contra extranjeros en China. Una mujer fue arrastrada por los cabellos. Las informaciones de testigos presenciales del grupo religioso indican que los manifestantes fueron golpeados, pisoteados, abofeteados, insultados y sufrieron otros abusos.

El llamamiento ha sido lanzado en un comunicado de prensa por Levi Browde, en Nueva York, y Jason Loftus, en Toronto, quienes acaban ser expulsados de China con violencia.

Por su parte, las autoridades chinas, en un comunicado difundido por Xinhua dijeron que los 40 arrestados recibieron «un trato humano».

La protesta, subrayan, «representa una violación de la legislación china que regula el derecho a la manifestación» así como «las normas que prohiben los cultos diabólicos».