YAKARTA, 13 febrero 2002 (ZENIT.org).- Setenta representantes cristianos (protestantes) y musulmanes firmaron este martes en Malino, en la provincia indonesia de Célebes sur, un acuerdo por el que se comprometen a abandonar la violencia.
Los choques violentos que estallaron en 1999, tras un litigio personal entre un cristiano y un musulmán, han causado hasta ahora unas 15 mil víctimas mortales (datos de la agencia Fides), medio millón de refugiados, y han destruido la economía del archipiélago, en especial el turismo.
Las negociaciones entre las dos comunidades rivales de las antiguas Islas de las Especias se habían abierto el lunes en presencia de negociadores gubernamentales, bajo la protección de 1.700 agentes de seguridad.
Los encuentros fueron presididos por Yusuf Kalla, ministro del Bienestar Social, y por el general retirado Susilo Bambang, ministro de Seguridad y Asuntos Políticos. Los ministros se habían reunido previamente por separado con las dos delegaciones.
En estos momentos, queda por aclarar qué sucederá con los tres mil efectivos de la Laskar Jihad (Ejército de la Guerra Santa), una milicia paramilitar islámica desembarcada en las islas a mediados de 2000 para combatir a los cristianos.
El acuerdo de paz pide una investigación independiente sobre las actividades de Laskar Jihad, así como de dos grupos cristianos separatistas, el Frente para la Soberanía de las Molucas y el movimiento República del Sur de las Molucas.
El pacto afirma que todos los grupos armados no autorizados deberían entregar las armas o ser desarmados: «Los grupos que proceden del exterior que acaben con la calma en las Molucas, deben abandonar las Molucas».
«No tenemos nada que ver con el pacto de Malino, pues nuestra misión en las Molucas se concentra en el trabajo humanitario y todo ciudadano de este país tiene el derecho de estar donde quiera», ha declarado el portavoz de Laskar Jihad, Ayip Syarifuddin, este miércoles.
El sacerdote católico Cornelis Bohm, del Centro de Crisis de la diócesis de Ambón, pide «duras y decisivas acciones» para expulsar a Laskar Jihad de las Molucas
«Su imagen de asesinos y provocadores de guerra está tan arraigada aquí que ningún cristiano en las Molucas creerá nunca el que sean agentes humanitarios de una organización no gubernamental», afirma Bohm.
Para respetar la aplicación del pacto, el ministro de Bienestar Kalla aseguró que Yakarta enviará pronto jueces y tropas de Policía a las Molucas.
Más del 80 por ciento de los 240 millones de personas de Indonesia son musulmanes. Sin embargo, en algunas regiones orientales los cristianos constituyen la mitad de la población.
