CIUDAD DEL VATICANO, 13 marzo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II reafirmó públicamente este miércoles el compromiso de la Iglesia católica de hacer lo posible para acabar con la violencia en Oriente Medio, al encontrarse con una delegación de representantes israelíes y palestinos, así como de líderes religiosos.
Al final de la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre se encontró con el viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, el rabino Michael Melchior; con el ministro de Estado de la Autoridad Palestina, Cheikh Talal Sidr; quienes le fueron presentados por el patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah.
Estaban también presentes en la audiencia Emile Jarjoui, presidente de la Alta Comisión Ministerial (Palestina) para Asuntos Eclesiásticos; Yosef Neville Lamdan, embajador de Israel ante la Santa Sede; y el reverendo Andrew White; enviado especial del arzobispo de Canterbury para Oriente Medio.
Todos habían participado en un encuentro interreligioso por la paz en Tierra Santa celebrado en Alejandría en enero pasado por iniciativa del primado de la Iglesia anglicana, el arzobispo George Carey.
«Todos estamos tristes por las noticias de violencia y muerte en Israel y en los Territorios Palestinos», confesó públicamente el Papa ante los miembros de la delegación y ante todos los peregrinos presentes en la sala de las audiencias del Vaticano.
«Nuestra misión como hombres y mujeres de religión nos invita a rezar por la paz, a proclamar la paz y a hacer todo lo posible para ayudar a que termine el baño de sangre», añadió.
«Reitero la firme determinación de la Iglesia católica de trabajar por una paz justa –concluyó el Papa–. Que Dios Todopoderoso bendiga vuestros esfuerzos para promover la reconciliación y la confianza entre los queridos pueblos de Tierra Santa».
La declaración que el arzobispo Carey bautizó como la «Primera declaración de Alejandría de líderes religiosos de Tierra Santa», incluía siete puntos con los que representantes del islam, del judaísmo y de confesiones cristianas se comprometían a retomar el proceso de paz.
