ROMA, 17 marzo 2002 (ZENIT.org).- El 14 de marzo se lanzó en Madrid la campaña de recogida de firmas «on line» organizada por la organización «Nadie toque a Caín» para pedir a nivel mundial una moratoria de la pena capital.
Sergio D´Elia, secretario de «Nadie toque a Caín» ha explicado a Radio Vaticano que se trata de la segunda etapa de la campaña: el año pasado comenzó en Roma; después lanzará en París, Nueva York, Tokio, Atenas y Washington.
Las firmas, recogidas por Internet en todo el mundo, serán entregadas junto a la propuesta de moratoria a la ONU en 2003.
«La situación de la pena de muerte tiene dos caras –explica Sergio D´Elia–. En estos años han aumentado –al ritmo de tres al año– los países que han renunciado a la pena de muerte o porque la han abolido totalmente, o porque de hecho no la practican».
«Pero si aumentan los países abolicionistas, en realidad luego verificamos que han aumentado también las ejecuciones. Esto sucede porque países como China y otros países totalitarios, dictatoriales, integristas siguen practicándola».
En China, este año, según estadísticas del «New York Times» ha habido más de 3.500 ejecuciones.
En estos países, añade el promotor de la campaña, «el problema, más que la pena de muerte, es la ausencia de democracia, de libertad religiosa. El problema es justamente el Estado de derecho; por tanto, la lucha es por la democracia, aún antes que por la abolición de la pena capital».
D´Elia explica que la situación en Estados Unidos ha cambiado notablemente en los últimos años. «Algunos estados de la Unión han puesto en práctica la moratoria, otros están debatiendo incluso la abolición de la pena de muerte. Ya no es un tabú intocable la cuestión de la pena de muerte en Estados Unidos. Hay un gran debate también en el mundo político».
