BERLÍN, 18 marzo 2002 (ZENIT.org).- Un millón de niños son explotados con fines sexuales al año, denunció el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Monseñor Piero Monni, intervino el 16 de marzo pasado ante la décima Reunión de la Task Force que se celebró ese día para afrontar la protección de los niños de abusos sexuales en el turismo convocada por la OMT en Berlín.
«En nuestro vulnerable planeta –comenzó diciendo monseñor Monni–, todos los años un millón de niños son explotados con fines sexuales y pornográficos en el mundo, cambiados o vendidos como esclavos, para responder a la demanda en aumento de los incansables predadores de inocentes, los pedófilos, cada vez más presentes en el vasto mundo del turismo sexual».
Según señaló monseñor Monni, los datos recogidos sobre la difusión de este fenómeno «están en constante aumento; las previsiones son cada vez más desconcertantes; y los episodios de violencia cada vez más escalofriantes».
El ponente vaticano constató que «al romperse en los últimos años el velo del encubrimiento y del secular silencio, han salido a la luz episodios increíbles de pederastia y turismo sexual. Esto ha sacudido a la opinión pública y puesto de relieve el problema en toda su gravedad».
El representante de la Santa Sede denunció que «parece hoy evidente la simbiosis que une a la pederastia con el crimen organizado que ha asumido el control de este mercado explotando a las familias y la inocencia de los niños».
Estas organizaciones criminales, añadió, «han creado una red de negocios ilegales de todo tipo: desde la acumulación de dinero negro, a la utilización de instituciones bancarias y financieras con el fin de lavar dinero negro».
Con los beneficios de este mercado, aseguró el representante vaticano, «han logrado entrar en el mundo de los negocios, en los mercados de acciones, difundiendo una corrupción que llega a amenazar la eficacia y la credibilidad de las mismas estructuras institucionales».
Monseñor Piero Monni, aludió a un libro que acaba de publicar en italiano «El archipiélago de la vergüenza. Turismo sexual y pederastia», que pronto será publicado en inglés y español en el que traza «una panorámica histórico-socio-jurídica en su realidad milenaria: desde la anormalidad al
repetido abuso en el curso de los siglos; desde el incesto al análisis de la desviación, desde la pornografía a Internet y a la normativa actual».
Esta obra, explicó monseñor Monni, «no pretende y no quiere ser la demonización a priori de cuantos se hacen culpables de estos delitos, sino que subraya la urgencia de recuperar los genuinos valores de civilización con una deseada prevención de la pederastia basada en una precisa orientación ética y científica».
El representante vaticano concluyó esperando que ese encuentro en Berlín y los muchos que vendrán de la Task Force de la OMT sean «una aportación positiva para que los gobiernos adopten medidas adecuadas a favor de estos infelices».