CIUDAD DEL VATICANO, 24 marzo 2002 (ZENIT.org).- En el contexto mundial actual, la obra de evangelización a través de la educación es más importante que nunca, afirmó este viernes Juan Pablo II al encontrarse con representantes de los Hermanos Cristianos de Irlanda.
El pontífice aprovechó la audiencia para celebrar los doscientos años de fundación de esta congregación religiosa, fundada en Waterford en 1802 por el beato Edmund Ignatius Rice (1762-1844), y encontrarse con los religiosos que participan en el capítulo general.
En el encuentro, el Papa aseguró a los religiosos que «la llama de fe encendida por vuestro fundador arde todavía, y vuestra tarea consiste ahora en asegurar que este «fuego en la tierra» sea tan creativo como en el pasado».
«En una época en la que muchas culturas atraviesan una crisis a la hora de comunicar valores religiosos y morales a los jóvenes, la misión educadora que se os ha confiado es más importante que nunca», afirmó.
«También supone más que nunca un desafío –siguió diciendo el Papa–, porque es una época en la que como observaba Pablo VI la gente «escucha de mejor grado a un testigo que a los profesores y, si escuchan a los profesores es porque son testigos»».
Durante el encuentro, el pontífice dio las gracias «en nombre de la Iglesia por todo lo que los Hermanos Cristianos han llevado a cabo en la educación de los jóvenes a lo largo de dos siglos».
Los Hermanos Cristianos son en estos momentos unos 1.655 religiosos.