ROMA, 26 marzo 2002 (ZENIT.org–Avvenire).- ¿Cómo se prepara un monje benedictino para la Pascua? A esta pregunta responde el padre Notker Wolf, abad primado de la Confederación benedictina.
Se trata de una unión fraterna de monasterios, que mantiene la autonomía de cada comunidad. Reúne a ocho mil religiosos, en 346 casas y conventos.
–Nos estamos acercando a la Pascua al entrar en la Semana Santa. ¿Qué prevé en particular la Regla de san Benito para este momento?
–Abad Wolf: San Benito subraya que la Cuaresma es el tiempo de la esperanza de la Resurrección y así toda nuestra vida para él es una Cuaresma. Si embargo, en este periodo cuaresmal, debemos tener una disciplina especial y hacer renuncias para prepararnos a la Pascua.
San Benito da la indicación de que el monje se someta al abad para despojarse de todo tipo de orgullo o de autocomplacencia, para prepararse al Señor y no encerrarse en sí mismo. De este modo, este periodo del año nos hace entrar más bien en una dimensión espiritual, y no tanto ascética en sentido estricto.
–Los benedictinos nacen para la oración y el trabajo, temas difíciles hoy porque a menudo el trabajo es todo y la oración no se armoniza con frecuencia con las opciones cotidianas. ¿Cómo lo ve usted?
–Abad Wolf: Para san Benito hay tres elementos: oración, estudio, trabajo manual. Conozco muchas personas que se reservan tiempo al inicio de la jornada para reflexionar sobre cómo seguir adelante y luego al final de la jornada para verificar cómo les ha ido. Es un modo de ponerse ante Dios más importante incluso que la recitación de cualquier oración.
Para nosotros benedictinos, la oración, el trabajo y el estudio forman el equilibrio de nuestra jornada: también en la sociedad hace falta un equilibrio, algo que no es fácil. Responde a la exigencia de poner a Dios en el centro. Pero hay más: el tiempo para Dios es un tiempo que nos regalamos a nosotros mismos. La oración más que un grito que lanzamos a Dios es estar con Dios, un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.
–¿Está pensando su Confederacion en abrir nuevos monasterios?
–Abad Wolf: En China, el Gobierno sabe muy bien que estamos preparados a colaborar para restablecer también el monaquismo masculino porque hasta ahora no está permitido. Pero la cuestión de fondo es que, si se toma en serio a la Iglesia, entonces se requiere la presencia masculina también en la vida consagrada. Y esta petición vale para todos.