CIUDAD DEL VATICANO, 10 mayo 2002 (ZENIT.org).- Liberada la Basílica de la Natividad en Belén del asedio de más de un mes, la Santa Sede recuerda que todavía queda mucho para alcanzar la deseada paz en Tierra Santa y ha dado un fuerte impulso a una Conferencia internacional que relance la negociación.
Pocas horas después de la liberación, en la misma mañana del viernes, de manera sumamente significativa, Simon Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, fue recibido por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, acompañado el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede.
Un comunicado de prensa vaticano explica que si bien «el encuentro ha tenido lugar afortunadamente en el contexto del feliz desenlace del asedio a la Basílica de la Natividad de Belén, no debe hacer olvidar los graves problemas que todavía obstaculizan la paz».
El comunicado, publicado por Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano, tras el encuentro explica que «por parte de la Santa Sede, se ha recordado la línea promovida por el Santo Padre [Juan Pablo II] y sus colaboradores para encontrar una solución pacífica a los problemas, gracias a un perseverante y leal diálogo entre las partes, con la ayuda de la Comunidad Internacional».
En el encuentro, añade Navarro-Valls, «se ha discutido también el proyecto de una Conferencia Internacional de Paz, que debería concluirse con precisos compromisos por una paz justa y duradera».
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha afirmado en una entrevista al semanario italiano «Panorama»: «Me gustaría que la conferencia tuviera lugar en Italia. Dejo al gobierno de Roma escoger el lugar».