CIUDAD DEL VATICANO, 15 noviembre 2002 (ZENIT.org).- El arzobispo Emmanuel Milingo retomará su actividad pública la próxima semana en una pequeña población cercana a Roma, según anuncia un comunicado de prensa de la Santa Sede.
El texto, publicado por la Sala de Prensa vaticana, informa «a los fieles» que el arzobispo emérito de Lusaka presidirá una solemne celebración eucarística el 21 de noviembre de 2002, en la Abadía de Casamari, en la diócesis de Frosinone.
Será el primer evento público del prelado exorcista tras un año de retiro espiritual en Argentina, después de que en mayo de 2001 fuera unido en un enlace supuestamente matrimonial –no reconocido por la Iglesia católica– con Maria Sung en el seno de la Federación de la Familia para la Paz Mundial y la Unificación del reverendo coreano Sun Myug Moon.
La primera vez que el arzobispo apareció en público tras su retiro espiritual fue a finales de septiembre, en un programa de la televisión pública italiana (RAI1), en el que aseguró que «había sufrido mucho pero que esta prueba queda atrás para él».
«Estoy bien, aunque he pasado por momentos difíciles. En Argentina he vivido también momentos felices. He tenido tiempo para rezar, escribir, componer música y reflexionar», añadió.
La Abadía de Casamari, donde retomará sus encuentros públicos, se encuentra cerca de la localidad de Zagarolo, donde tendrá lugar su residencia a partir de ahora.
En años anteriores a los contactos con la secta Moon, monseñor Milingo celebraba misas de «curación» en las que participaban miles de fieles. Dado que en ocasiones eran ceremonias emotivamente muy impactantes y en los que el ritual del exorcismo era reinterpretado, obispos italianos le prohibieron celebrarlas en sus diócesis.
Este aislamiento, como explicó en agosto monseñor Milingo al regresar al seno de la Iglesia, le llevó a la crisis y a buscar en la secta Moon un reconocimiento a su labor, confesó el mes de agosto de 2001, al regresar a la Iglesia católica por petición de Juan Pablo II.
El anuncio público de la primera misa pública, hecho totalmente excepcional en las comunicaciones de la Santa Sede, quiere subrayar la plena acogida que ofrece al prelado la Iglesia católica, han señalado fuentes vaticanas a Zenit.
Al mismo tiempo, demuestra que monseñor Milingo no se encuentra en régimen de aislamiento, como ha denunciado en varias ocasiones Maria Sung.