HREF="http://www.zenit.org/">ZENIT.org).- Juana María Condesa (1862-1916), española, fundadora de las Religiosas Esclavas de María Inmaculada, será beatificada el 23 de marzo de 2003 en una solemne ceremonia que presidirá el Papa en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Como recoge la agencia AVAN, la Santa Sede reconoció el pasado mes de julio un milagro atribuido a su intercesión en un joven desahuciado por los médicos tras sufrir un accidente de tráfico en Albacete en 1990.

La religiosa de origen valenciano mostró desde su juventud una marcada sensibilidad ante las injusticias, inclinación que le llevó a preocuparse por las condiciones en que trabajaban muchas mujeres en fábricas de Valencia.

Siguiendo una máxima que adoptó años después –«Yo y todo lo mío con las obreras»--, entendió que su misión era acoger en un hogar lo que otros dejaban en la calle, el cansancio de tantas y tantas horas de trabajo.

Tras superar numerosas dificultades, abrió una casa de acogida para mujeres obreras para ofrecer condiciones dignas de vida, así como formación humana y cristiana.

Con este carisma, en 1884 fundó las religiosas Esclavas de María Inmaculada e Hijas de Santa Teresa, también conocida como «protectoras de las obreras».

La congregación de las Esclavas de María Inmaculada se extiende actualmente por distintos países de Latinoamérica y Europa.

A la ceremonia de beatificación acudirán los familiares del joven Joaquín Auñón Magán, natural de la localidad albaceteña de Fuente del Álamo, en quien se produjo el milagro reconocido por la Santa Sede.