Un estudio dirigido por la Oficina de Derechos Humanos del arzobispado de Ciudad de Guatemala revela que el Estado parece haberse olvidado de los menores, recoge Radio Vaticana .
En efecto, los niños pagan las consecuencias de la falta de la asistencia sanitaria adecuada y de la educación, mientras que en la familia son frecuentemente objeto de todo tipo de abusos.
El informe pone de manifiesto el elevado número de denuncias por violencia contra los menores –hasta 533– depositadas ante la Coordinación Nacional contra el Maltrato de Menores, mientras que en mayor proporción –más de 1250– se acumulan en la Fiscalía General de la República.
Los menores además están en el centro de adopciones ilegales y de violencia sexual, indica el informe.
El documento ha sido redactado por el organismo guatemalteco que fue dirigido por el obispo auxiliar de la capital, monseñor Juan José Gerardi Conedera, asesinado el 27 de abril de 1997.