MANILA, 29 noviembre 2002 (ZENIT.org).- El arzobispo de la diócesis de Lingayen-Dagupan y ex presidente de la Conferencia Episcopal Filipina ha vuelto a apelar a la responsabilidad de todos los ciudadanos filipinos, subrayando que si hay corruptos es porque también existen corruptores.
De acuerdo con el informe 2002 de la organización alemana «Transparency International», que citó el propio arzobispo en recientes declaraciones, Filipinas ocupan el lugar 77º de los 102 países con mayor corrupción, mientras que el año pasado estaban el puesto 65º, recoge la agencia MISNA .
«No habrá más funcionarios públicos corruptos con tal de que no haya más ciudadanos dispuestos a corromper –exhortó el prelado–. La Administración Pública ya no será corrupta sólo si la población deja de tolerar la corrupción como un hecho normal».
Pocos días atrás, el arzobispo Cruz criticó duramente el juego del «jueteng» –un tipo de lotería clandestina denominada también «lotería de los pobres»– a fin de denunciar el enorme movimiento de apuestas ilegales.
La decisión ha ocasionado contra el prelado las iras de los sectores de mala vida que controlan el juego, además de las de numerosos funcionarios corruptos, entre ellos agentes de policía y autoridades locales que se benefician económicamente de los organizadores de las apuestas por no obstaculizar la difusión del juego.