CIUDAD DEL VATICANO, 6 abril 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este domingo que acabe cuanto antes la guerra en Irak y pidió que deje paso a la reconciliación.
«Quiera Dios que acabe cuanto antes este conflicto para que se abra espacio una nueva era de perdón, de amor, y paz», afirmó al rezar a mediodía la oración mariana del «Angelus» junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Con sus palabras el Papa recordó que el 11 de abril se celebrarán los 40 años de la promulgación de la encíclica «Pacem in terris» del beato Juan XXIII, en la que trazaba las grandes líneas de la promoción de la paz.
«La Encíclica tiene hoy también una extraordinaria actualidad. Construir la paz es un «compromiso permanente». La realidad de estos días lo demuestra de manera dramática», reconoció el obispo de Roma..
«Mi pensamiento se dirige, en particular, a Irak y a cuantos están involucrados en la guerra que allí tiene lugar con furia», añadió.
«Pienso de manera particular en la población civil inerme, que en varias ciudades está sometida a dura prueba», aclaró.
El Papa constató que en medio de la oscuridad actual hay un signo de esperanza, basado en generalizada «persuasión de que los eventuales conflictos entre los pueblos han de resolverse no por las armas, sino mediante convenios».
Por último, confió el «compromiso de la paz» sobre todo a los jóvenes. El próximo 10 de abril tendrá un encuentro multitudinario con chicos y chicas de la diócesis de Roma y las diócesis del Lacio (región a la que pertenece Roma), pues este año las Jornadas Mundiales de la Juventud se celebrarán a nivel diocesano.
Juan Pablo II confesó que confiere una gran importancia a ese encuentro pues «es indispensable educar a las nuevas generaciones en la paz, que debe convertirse cada vez más en estilo de vida»
Citando a Juan XXIII recordó que la paz debe estar basada en los «cuatro pilares» propuestos por el «Papa bueno»: la verdad, la justicia, el amor y la libertad.