BAGDAD, 14 abril 2003 (ZENIT.org).- El arzobispo Fernando Filoni, nuncio apostólico en Irak, constata que el clima de delincuencia que todavía domina en Irak constituye el mayor impedimento para que los católicos del país puedan vivir la Semana Santa con tranquilidad.
«Celebramos el Domingo de Ramos casi normalmente –explica–. En las iglesias tuvieron lugar las ceremonias. La participación fue relativa, pues algunos cristianos no pudieron asistir o se encuentran todavía fuera, en los pueblos».
«Por desgracia continúan los saqueos y los incendios –sigue revelando el prelado italiano a los micrófonos de «Radio Vaticano»–. Abandonar la casa se hace, por tanto, algo sumamente problemático».
«Por el momento –aclara–, no hemos tenido noticia de que los saqueos hayan dañado a las estructuras de la Iglesia».
En la mañana de este lunes, aclara, «nos hemos despertado bajo una lluvia de ceniza. Por desgracia, ha sido incendiada la Biblioteca Nacional. Es una gran pérdida, pues se quema la memoria y la historia de un pueblo y se ha perdido».