Tras saber que, «después de un proceso judicial sumarísimo, fueron ejecutados tres de los asaltantes de una embarcación de transporte de pasajeros, los Obispos de Cuba, en total coincidencia con el magisterio del Papa Juan Pablo II, expresamos una vez más nuestro rechazo a la pena de muerte», explica el documento.
«Nadie tiene derecho a poner en peligro la vida de otras personas, como hicieron los asaltantes, pero del mismo modo nadie debe decidir que la muerte sea inferida a otras personas como remedio a sus acciones delictivas, máxime cuando esto se hace en un proceso sumarísimo», aclaran los obispos.
«La violencia no se elimina con la violencia –insisten los prelados cubanos en su comunicado distribuido por ACI–. Es necesario erradicar las causas de la misma, y esto no se logra por la aplicación de la pena de muerte».
Los obispos manifiestan también su preocupación ante la ola de represión desatada hace tres semanas por el gobierno, al señalar que «es un grave motivo de preocupación la sucesión en nuestro país de hechos violentos en los últimos tiempos, también las condenas a largos años de prisión impuestas a numerosos opositores políticos».
«Sólo favoreciendo el desarrollo de una cultura de la vida, que implica el fortalecimiento de los valores humanos y todo lo que promueva la dignidad de la persona para una sana convivencia, pueden superarse estas tensiones sociales», concluye el documento.