En una entrevista concedida a la agencia de la Santa Sede «Fides», el nuncio explicó que algo se está haciendo, «pero me temo que se necesitará mucho tiempo para restablecer el orden».
Monseñor Filoni afirmó que la vivencia de la semana santa procede «en las condiciones excepcionales en las que está viviendo Irak».
Según el prelado, «todos los ritos religiosos han sido confirmados», si bien no se celebrarán en la noche, sino en la tarde, por motivos de seguridad.
En general, «en Bagdad la comunidad cristiana (que antes de la guerra era de 350.000 personas) se redujo, porque muchos se refugiaron en los pueblos del norte», dijo el nuncio apostólico, quien estima que al menos un tercio de los cristianos dejaron la capital.