BARCELONA, 18 junio 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- El presidente del Sindicato de Maestros y Profesores de Religión de Cataluña (PREC), Adrià Parellada, inició una huelga personal el pasado 12 de junio para protestar por el tratamiento que recibe la asignatura de religión en los centros docentes públicos.
Se trata de una huelga a la japonesa, que se concreta en ampliar la jornada laboral. Parellada asegura que la mantendrá hasta que se produzca una mejora significativa, que él prevé para el inicio del curso que viene, entre septiembre y octubre.
El máximo representante del PREC denunció ante las cerca de quinientas personas que asistieron este martes a la presentación pública del Pacto por la Vida y la Dignidad en Barcelona la discriminación que sufren los profesores de religión y la materia que ellos imparten.
«Nuestro gobierno ha mostrado hasta ahora una falta de voluntad política para dar a la asignatura de religión el lugar que merece como asignatura fundamental en la formación cultural y humana de nuestros estudiantes --destacó desde el escenario instalado en las Cocheras de Sants--. Espero y deseo un cambio rápido de esta situación».
Adrià Parellada denunció en concreto que los alumnos de los centros públicos que se matriculan en religión quedan muy castigados académicamente y resultan muy perjudicados porque deben renunciar a una serie de asignaturas que en muchos casos les pueden resultar necesarias (como es el caso de refuerzo de matemáticas o de lengua) o extraordinariamente atractivas (como podrían ser fútbol, teatro o juegos de ordenador). Parellada destacó una consecuencia: «no hay alumnos de religión en los centros públicos, o hay poquísimos».
Los profesores de religión se ven afectados por el descenso del número de alumnos. Además, según Parellada, son los únicos a los que se les niega actualmente la posibilidad de hacer tutorías, de ejercer algún cargo de responsabilidad en el centro docente, o de hacer alguna hora de clase asignaturas para las que tenga la titulación civil correspondiente. En este sentido, Parellada declaró: «El profesor de religión está sometido a una incertidumbre continua y a unos sueldos cada vez más bajos. Estamos totalmente discriminados».
El sindicalista también denunció la información oficial que se ofrece a los padres respecto a la asignatura de religión y declaró que en los centros catalanes se está prohibiendo sistemáticamente que los profesores de religión se dirijan a los padres durante las jornadas de puertas abiertas de los centros docentes y además algunos directores les muestran su oposición personal a la religión.
El discurso de Parellada también incluyó una denuncia a la Dirección General de Recursos Humanos del Departament d'Ensenyament por su trato con los sindicatos de profesores de religión legítimamente representados. Lo calificó de humillante y vejatorio, y como ejemplo destacó su negativa a facilitarles copias impresas de la extensa documentación que necesitan los sindicatos para cumplir sus funciones, obligándoles así a copiarlas manualmente.
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Jun 18, 2003 00:00