VENECIA, 5 septiembre 2003 (ZENIT.org).- El director de cine Krzysztof Zanussi recibió este jueves el Premio «Robert Bresson 2003» de manos del cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, en el marco del Festival de Cine de Venecia.
El galardón, que ha llegado a su cuarta edición, organizado en colaboración con la Bienal de Venecia, es asignado todos los años por la dirección del Festival «Tertio Millennio», después de haber escuchado el parecer del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales y del Consejo Pontificio de la Cultura.
El objetivo de la iniciativa, como explica el reglamento, es premiar «al director de cine que haya dado un testimonio significativo de sinceridad e intensidad en el difícil camino de búsqueda del significado espiritual para nuestra vida».
Zanussi (Varsovia, 17 de julio de 1939), sufrió repercusiones profesionales en los años ochenta por su apoyo al movimiento Solidarnosc. En 1984 ganó el León de Oro con «El año del sol tranquilo». Entre sus obras sucesivas destacan «Maximiliano Kolbe» (1990), «The Silente Touch» (1992), «At the Full Gallop» (1997). Ese mismo año realizó la adaptación cinematográfica de la obra teatral de Karol Woityla «Hermano de Nuestro Dios».
«Ser un director de cine católico complica la vida, es más, a veces constituye un grave obstáculo. Hubiera preferido recibir este Premio a la edad de Manoel de Oliveira [director de cine portugués galardonado el año pasado, que hoy tiene 93 años], pero no lo considero como un beso de adiós, sino como una invitación a seguir haciendo cine», declaró el director al recibir el galardón.
El cardenal Poupard, al explicar su presencia en el Festival de Cine de Venecia, recordó que se trata de un acontecimiento obligado de nuestra cultura y se preguntó: «¿cómo podría el Consejo Pontificio de la Cultura permanecer fuera de un evento como éste?».
«El cine hoy por hoy ocupa un papel relevante en nuestra cultura, en todos sus aspectos, y la Iglesia se muestra muy atenta, no sólo como espectadora, sino también como actriz», explicó el purpurado galo en declaraciones a «Radio Vaticano».
«La Iglesia, hoy, no puede hacer de Mecenas, como sucedía en siglos pasados –concluye–, pero puede seguir suscitando alguna obra maestra».
En las pasadas ediciones, además de Manoel de Oliveira, han recibido el premio Bresson Giuseppe Tornatore y Theo Angelopoulos.